Invertir en Microsoft hoy en día es hacerlo en algo más que softwares y sistemas operativos: también es invertir en videojuegos. Y no solo el Buscaminas que traía tu Windows 95, ya que hace un buen tiempo el gigante tecnológico concretó la compra de Blizzard Activision, una de las productoras de juegos más grandes del mundo.
De todas formas, Microsoft llevaba un buen tiempo metido en esto de los videojuegos: el 2001 remecieron el mercado con su consola Xbox. Un dato no menor, considerando que la última consola norteamericana había sido el Atari Jaguar, descontinuado en 1996.
Si bien el éxito de la consola de Bill Gates es todavía un tema de debate, proyectos como el Game Pass –un servicio de suscripción que permite acceder a una biblioteca gigantesca de juegos por un precio fijo– los ha mantenido en la conversación.
Por eso la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft es tan interesante: nos dice que Bill Gates quiere seguir en el mercado de los videojuegos, que le tiene fe. Ahora además de su propia consola y su servicio de suscripción, tiene a mano franquicias como Call of Duty, Overwatch, World of Warcraft, Diablo, Starcraft y Candy Crush.
Qué lejos quedó el Buscaminas o, más todavía, los años del Windows 1: la primera versión del sistema operativo que seguramente te tocó usar en su formato harto más amable, el Windows 95, 98 o 2000.
El Windows 1 salió al mercado el año 85, y ya mostraba algunas de las facetas que lo convertirían uno de los sistemas operativos más usados del mundo: ventanas que te permitían hacer multitasking, el mouse y algunos programas clásicos como Paint, Notepad y la calculadora. ¿El Buscaminas? Solo sería parte del paquete del Windows 3.1, recién en 1992.
Esta pequeña historia nos recuerda algo bien importante sobre estas compañías tecnológicas (y en especial las 7 magníficas): a través de las décadas siempre han logrado diversificar sus negocios y estar a la vanguardia, de tal manera que las tendencias que marcan los crecimientos sostenidos de Apple, Amazon o Microsoft –entre otras– son modelos de negocios que se adaptan a las nuevas tendencias y cuentan con ventajas comparativas para subirse al carro de, por ejemplo, la Inteligencia Artificial, algo que Bill Gates supo hacer rápido y bien.
Muchas personas se preguntan si el nivel de concentración que el mercado tiene en estas 7 magníficas o sus altas valorizaciones no son señales de que estemos en una burbuja. Pero si miramos los datos, los balances financieros de estas compañías son mucho más sanos que los que se podían observar en la burbuja dotcom, por ejemplo.
Tal vez así se entiende mejor que Gates haya decidido incursionar en el mundo de los videojuegos: es un buen negocio que además le permite diversificar las áreas en las que su compañía tiene influencia.
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