Cuando digo que la economía es súper entretenida mucha gente me mira con escepticismo. Pero estoy convencida–todos los días hay novedades que mueven los engranajes de la máquina global, y cambian en algún grado las perspectivas económicas y los precios de los activos.
Desde que comenzó el año han pasado dos ajustes muy importantes en la economía global:
1) En muchas partes del mundo, la actividad económica ha sido más dinámica de lo que se esperaba. De hecho, ha aumentado la esperanza de que los bancos centrales logren reducir la inflación sin causar una recesión (lo que se conoce como un aterrizaje suave, o soft landing).
2) Ha quedado más claro que el proceso de desinflación va a suceder, pero que tomará su tiempo. En otras palabras, la inflación va a bajar, pero la caída no será tan rápida.
El ejemplo número uno de estos ajustes en el mundo es Estados Unidos. Aunque el país ya empezó a ganar las primeras batallas contra la inflación, con los datos más recientes ha quedado claro que aún queda camino por recorrer.
Por eso, la Fed, el banco central de ese país, ha dejado claro que la tasa de política monetaria debe continuar subiendo, y el jueves dos miembros de la Fed dieron señales de que podrían evaluar subir la velocidad de alza de tasas a 0.50%, después de que en su reunión de enero redujeron la velocidad a 0.25%.
Ojo, esto no es lo que ellos consideran más probable, simplemente es algo que van a evaluar si los datos de inflación y empleo así lo ameritan.
Los movimientos del mercado
De todas maneras, estos dichos repercutieron en los mercados: en las acciones, porque las tasas altas no son una buena noticia para la mayoría de las empresas, y en la renta fija, porque como los bonos nuevos se emiten a tasas más altas, los bonos ya existentes se vuelven menos atractivos.
Eso sí, el otro lado de la moneda es que ahorrar en instrumentos conservadores va a seguir siendo muy atractivo.
Este es un buen momento para recordar que la volatilidad es algo normal, sobre todo en los activos de mayor riesgo. Así como enero fue muy bueno para los activos, otros días o meses pueden no ser tan buenos, pero la historia nos muestra que en el largo plazo los rendimientos son positivos.
Como siempre te decimos, esto no debería cambiar tu plan de inversión. Los mercados se mueven todo el tiempo. Lo mejor es tratar de dejar pasar los movimientos de corto plazo, y confiar en que en el largo plazo los rendimientos serán positivos, como históricamente siempre ha sido.