Ayer, 1 de febrero, la Fed decidió reducir el ritmo de alza de su tasa de política monetaria, al subirla solo un 0,25%.
Este es el menor aumento desde marzo del año pasado.
Aunque esto que era esperado por casi todo el mercado, hemos visto ganancias en los precios de los activos, sobre todo en las acciones. Por ejemplo, el S&P500 ganó cerca de 3% entre ayer y hoy.
¿Por qué? Principalmente porque el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que ya comenzó la caída en la inflación. Además, dijo que hasta ahora, se ha logrado bajar la inflación sin afectar tanto a la economía y al empleo.
Aunque la Fed dio a entender que aún falta más de un aumento de tasa de interés (lo que provocó un poco de frustración), el mercado vio el vaso medio lleno, al enfocarse en que no falta mucho para que la tasa deje de aumentar.
Y esto ¿por qué me importa?
Las altas tasas, producto de la alta inflación, fueron la razón principal por la que el año 2022 fue tan duro para los activos en todo el mundo. El hecho de que la inflación haya comenzado a descender y que no falte mucho para que las tasas dejen de subir es una buena noticia.