Nickelodeon es pura nostalgia para la generación millennial que creció pegada a la tele entre los 90 y los 2000. Era una explosión de contenido colorido e hiperquinético, con niños haciendo shows para niños, con energía ilimitada e impresionante talento precoz. Tener una industria entera funcionando a punta de trabajo infantil era una idea novedosa en el momento y los adultos detrás de ella la explotaron al máximo.
Era evidente que la ingenuidad que proyectaban las caritas felices de los protagonistas de The Amanda Show, Kenan & Kel y All That no contaban toda la historia. Entonces la serie documental Quiet on set, estrenada la semana pasada, se propuso a hacerlo.
Doble sentido, acoso, ambientes tóxicos de trabajo
Y básicamente todo lo que se te pueda ocurrir. Quiet on set reúne a trabajadores de Nickelodeon que fueron parte de esta sucesión de series infantiles. Miembros del equipo, productores, guionistas, padres de los niños actores y los mismos rostros, adultos ahora que antes eran protagonistas de estas historias y se veían expuestos a un ambiente de trabajo peligroso.
Lo que muestra la serie empieza siendo denunciable pero relativamente común: resulta que Dan Schneider, el productor de televisión a cargo de estos éxitos, era el responsable de un ambiente de trabajo donde reinaba el miedo, el sexismo y el bullying. Con la fachada del perdedor inofensivo, creaba relaciones ambivalentes con su equipo, donde podía estar de buen humor en un momento y luego amenazar con despedirte si no le dabas la razón en sus caprichos.
Luego solo se ponía más raro y tóxico. En su equipo de guion había solo dos mujeres, que tenían que compartir un mismo sueldo. Su editora no tenía permiso para ir al baño. Los pocos niños negros que contrataban tenían que interpretar personajes basados en estereotipos ofensivos. Niños le hacían masajes entre tomas. Desarrolló una relación cercana con Amanda Bynes cuando ella tenía 10 años. Y llenó todos estos programas con insinuaciones sexuales, contenido que los niños no comprenderían pero que a ojos adultos eran claramente de doble sentido.
(Se aconseja consideración al ver estos videos)
Solo se pone peor
Estas conductas dañinas estaban tan naturalizadas y permitidas que daban paso a que sucedieran cosas peores. Jason Handy era un asistente de producción que a primera vista era amable y servicial. Conseguía los números de teléfono y mails de los niños y mantenía relaciones con ellos. En su casa, atesoraba bolsas con sus pertenencias y guardaba pornografía infantil. Una madre cuenta que no supo qué hacer cuando vio que le había enviado una foto desnudo masturbándose a su hija de once años, actriz de Nickelodeon.
Brian Peck era un coach de diálogo en el set de Nickelodeon. De un día para otro, fue despedido cuando fue acusado de acoso sexual contra un menor del programa, pero nadie supo de qué se trataba. En Quiet on set, por primera vez, Drake Bell (de Drake & Josh) cuenta su lado de la historia y expone a Peck como un pedófilo, que mantuvo una relación manipuladora y abusiva con él durante meses, cuando tenía solo 15 años.
Es la confesión más visceral de Quiet on set, que lamentablemente nos recuerda que muchas veces queda en manos de las víctimas salir adelante para que se haga justicia.
La respuesta de Schneider, de Nickelodeon y de Bell
El 2021 ya habían surgido acusaciones contra el productor, que destapó el New York Times. En el momento, Schneider negó todo, diciendo que “es imposible que yo pueda seguir sosteniendo las relaciones que tengo si todo eso fuese verdad”.
Hoy, su reacción fue distinta. Invitado en el podcast de uno de los actores de su serie ICarly, Schneider se mostró dispuesto a responder todas las preguntas con una actitud mucho más sumisa, poniendo el foco en él y haciéndose la víctima.
“Ver Quiet on set durante las últimas dos noches ha sido muy difícil. Estoy enfrentando mis comportamientos pasados, algunos de los cuales son vergonzosos y de los que me arrepiento. Definitivamente le debo a algunas personas una disculpa bastante grande".
Nickelodeon tampoco demoró en entregar un comunicado oficial, pero uno mucho más protocolar.
Investigamos todas las quejas formales como parte de nuestro compromiso a garantizar un ambiente de trabajo profesional y seguro, libre de acoso y otros tipos de conductas inapropiadas.
Para Drake Bell, tanto la declaración de Schneider como la de Nickelodeon fueron insuficientes.
No pueden decir que no sabían lo que estaba pasando. Creo que fue una respuesta muy diseñada por un abogado hollywoodense. Me parece muy vacía, porque ellos aún transmiten nuestros programas. Y yo tengo que pagar mi propia terapia.
Voces de todo tipo se han sumado a las reacciones a la serie. De los involucrados que no fueron entrevistados, hablaron Josh Peck, la contraparte de Drake, y Miranda Cosgrove, de ICarly. Pero uno de los más conmovedores fue el inmortal Steve, de Las pistas de Blue (¿recuerdan Las pistas de Blue?), quien en su cuenta de TikTok entregó un mensaje sencillo pero potente:
@hioutthereitsmesteve ♬ Untitled #6 (2022 Remaster) - Sigur Rós
Con el mismo estilo de Las pistas de Blue, justo después de que salió el documental, en su video le preguntó a las personas cómo han estado, y guardó un silencio para dar espacio a a los “telespectadores”, igual como lo hacía Steve cuando le preguntaba a los niños sus respuestas a los acertijos. En redes sociales las personas agradecían conmovidas, diciendo que apareció en el momento perfecto para hacer contención sobre los recuerdos de la infancia arruinados.
Quiet on set tiene el potencial de ser ejemplar
Así como ocurrió con los documentales de Britney Spears o Woody Allen en los últimos años, que exponían casos sobre los que la gente hablaba pero no se popularizaban, entendemos el poder que las redes sociales y la presión de la gente pueden tener para desembocar en la creación de materiales como este. Quiet on set viene a reafirmar algo que se intuía, y a denunciarlo.
Existe una prohibición de trabajo para los niños, con solo una excepción: el mundo del espectáculo. Es el único espacio en el que tienen permiso legal para trabajar. Aquí los menores se rodean de adultos profesionales, pero que no están instruidos para tratar con ellos. Y los niños, educados para escuchar y respetar a sus mayores, terminan sometidos a cualquier particularidad que el mayor con autoridad ejerza sobre ellos. Por más tóxica que sea. Y eso es lo que nos muestra esta serie.
La ventaja de verlo a través de ejemplos de Hollywood, que apelan a lo que conocimos en nuestra infancia, es que todos manejamos los referentes y de alguna forma se sienten cercanos, compartidos. El acoso laboral que sufrieron decenas de personas tiene rostro y voz. Y documentales como este pueden ayudar a cambiar las actitudes en lugares de trabajo, a que se entiendan los límites del acoso y se defina la agresión sexual de manera clara. También que se protejan a los niños si es que van a someterse a condiciones de trabajo, este se regule y puedan tener los cuidados que necesitan.
Nota de riesgo: la decisión de exponer todo esto, que antes era una mezcla entre secreto a voces y dato morboso, ya está removiendo a mucha gente y haciendo temblar a otra. Como es un programa arriesgado, se aconseja
¿Dónde ver Quiet on set?
Lamentablemente hasta el momento solo está disponible en Estados Unidos, y tendremos que esperar que la transformación de HBOMax a Max esté más completa para que llegue a Latinoamérica si la queremos ver de forma tradicional.