Durante años, la realidad virtual era vista como el paso lógico de todo lo que hacemos en línea.
Obvio, replicar la experiencia de ver un evento deportivo desde el estadio mismo o de estar en un concierto en vivo, en lugar de verlo desde el sillón en tu casa, es algo que todos quisieran poder hacer, ¿o no?
- Nintendo trató de hacer algo de este estilo en 1995 con el Virtual Boy. Se vendieron 770 mil unidades. Uno de los fracasos más grandes en la historia de la compañía. La descontinuaron a los pocos meses.
En 2014, Samsung empezó a incluir cascos para poner tu nuevo celular y experimentar esta tecnología. Algunas compañías copiaron la estrategia para al poco tiempo darse cuenta de que no era un buen negocio.
La experiencia, a pesar de ser novedosa, no era la mejor. Las pantallas no estaban listas en lo que respecta a resolución y velocidad, y los procesadores andaban a máxima potencia y hacían que la batería se esfumara al poco rato.
Además de la escasa oferta de contenido, se intentó generar un ecosistema de productos, como cámaras 360°, y no terminaron por cuajar en el día a día de la gente.
El 30 de septiembre de 2020, Samsung cortó el soporte para sus aplicaciones de realidad virtual.
El panorama de la industria
- HTC, un actor importante en el “boom” de la realidad virtual, cambió su enfoque, dirigiéndose a empresas y no al público general.
- Desde HTC declararon que “el mercado de consumo ha gravitado hacia precios artificiales subsidiados que solo una empresa como Facebook podría aguantar”.
- Y parece que Facebook (Meta) ha aguantado. Su casco Oculus Quest 2 tiene envíos equivalentes a 10 millones de usuarios y se vende a 299 dólares.
Es precisamente Meta, la empresa de Zuckerberg, la que ha apostado más fuerte en esta industria. Al final del día necesitan a la mayor cantidad de personas en su metaverso, y el costo de entrada (el caso de realidad virtual) no puede ser un impedimento.
Les ha ido bien por una suma de factores: precio y disponibilidad de experiencias. Efectivamente es un gadget barato para lo que ofrece, y la oferta de contenido, empujada por la plataforma de videojuegos Steam, lo convierte en algo atractivo.
Apple al ataque
Hace ya varios meses que se viene rumoreando un dispositivo de realidad virtual y aumentada por parte de la empresa comandada por Tim Cook.
Este contaría con dos pantallas 4K, 15 módulos ópticos, dos procesadores independientes, seguimiento de ojos, seguimiento de objetos y reconocimiento de gestos manuales, entre otras cosas. Todo acompañado de un nuevo sistema operativo: realityOS.
Según respetados analistas de la industria que han fallado rara vez en sus predicciones, costaría 3 mil dólares, por lo que -al menos en sus inicios- sería un aparato de nicho.
El precio no es menor, pero seamos sinceros, Apple no se caracteriza por “regalar” sus productos. Por otro lado, tienen buen récord de actualizaciones y soporte. Los iPhones son, hoy en día, el celular con vida más larga en lo que respecta a actualizaciones de software y parches de seguridad.
- El dispositivo podría presentarse este año y lanzarse para la navidad, aunque lo más realista sería esperarlo para 2023.
El factor de los servicios
Si vemos un poco más allá, además de aplicaciones, Apple también podría estar pensando en ofrecer su propia versión del metaverso. La empresa ha mostrado un alto interés en ofrecer servicios, como Apple Music, Apple TV+. Apple Fitness y más. Para Apple el negocio del hardware es solo la punta del iceberg de un ecosistema que podría ser mucho mayor. Como dato extra, Steve Jobs no creía que la App Store se fuera a convertir en el negocio que es hoy en día. Solo en 2021 pagaron 60 mil millones de dólares a desarrolladores.
Los usuarios terminarán por ser los jueces sobre si es algo que quieren en sus vidas, y para eso, eventualmente, se tiene que ofrecer una alternativa más accesible, o mantener el precio mientras cambias completamente el paradigma de la sociedad, convirtiéndose en algo que no puedes no tener. Un fenómeno como el del primer iPhone.
Eventualmente más actores se sumarán a la guerra para ser los próximos dueños del metaverso. Los competidores actuales -de ser ciertos los rumores- serían Meta y Apple, pero no hay duda de que otros también querrán tener algo que decir y ofrecer. Ahora a sentarse y esperar, que la forma en la que concebimos la tecnología en el día a día podría estar viviendo sus últimos años antes de quedar obsoleta.