¿Qué haces en una hackathon de AI? Tratar de conquistar el mundo, como lo hacían cada noche Pinky y Cerebro. O curar el cáncer, o resolver la pobreza, o frenar el calentamiento global.
Quizá mejor partir por qué es una hackathon en general: un evento corto, normalmente de un fin de semana, donde con tu equipo tratas de resolver un problema bien específico. No buscas llegar a una solución perfecta, ni un producto para todo el público objetivo, ni siquiera tiene que funcionar bien todas las veces. Basta con construir algo que demuestre que es posible resolver un problema.
Y no cualquier problema, porque tienes que convencer al jurado que tu problema es importante, que tu solución puede tener impacto, y que lo que construiste en esas 30-40 horas es un inicio viable para una solución real.
Probablemente con poco o nada de sueño, en un espacio lleno de otros participantes como tú, cada uno sumergido en su proyecto, sin tiempo para dormir, o salir a comer, o bañarse (¿ya te imaginas mejor el ambiente de la sala?), pero con esa urgencia de tener que lograr algo, como sea, a tiempo para presentarlo.
Ahí es cuando se te desactiva el sentido común: eso que en tu trabajo dirías “lo puedo hacer en 2 semanas”, en una hackathon dices “lo saco en 2 horas”, o eso que te pasas horas y horas pensando en cómo resolver, lo atacas de una manera diferente y poco ortodoxa, pero que funciona casi siempre. Para mí, ese es el espíritu de la hackathon.
Entonces, ¿qué haces en una hackathon de AI?
Estos son algunos ejemplos reales de este fin de semana: ¿solucionar el sufrimiento animal? No, pero quizá logras analizar un video para detectar lesiones o enfermedades basado en la forma de caminar. ¿Automatizar los procesos judiciales? No, pero sí podrías elegir un ámbito reducido y relativamente simple, como los juicios de divorcio de común acuerdo, y automatizar las tareas manuales tediosas de verificar información, asegurarse que cumpla los requisitos, y escribir un borrador de la sentencia, para que un juez la repase y la firme.
Ya vas haciéndote una idea… soluciones básicas pero factibles, a problemas simples pero reales. Basta con que demuestres con algunos ejemplos que hay potencial para desarrollar algo más general, grande, y potente, si tuvieras el tiempo y los recursos.
Y entonces… ¿por qué no hacemos hackathones un fin de semana cualquiera en el living de nuestra casa? ¿Acaso no sería casi lo mismo? S–no.
Sí, podrías pasarte un fin de semana enchufado de viernes a lunes en el PC programando un proyecto. Pero lo estarías haciendo solo. Un factor importantísimo de una buena hackathon es la comunidad. Los otros equipos, los jueces, los organizadores, los mentores.
En ellos quisiera detenerme, para mirar qué hacen los mentores, quizá el rol menos comprendido por quienes miran desde fuera. Los mentores están ahí para compartir su experiencia, para guiarte, para darte consejos y para aterrizar tus ideas. Una buena hackathon debiera tener mentores invitados de muchas áreas, y en esta ocasión había expertos en AI (obvio), software, negocios, producto, ciencias, diseño, y seguramente de muchas otras áreas que ni sabía que eran relevantes.
Yo estuve apoyando desde el área del software. No creo que mi ayuda haya hecho que un equipo gane o pierda, pero sí espero haber ayudado a resolver cosas puntuales, o a aterrizar una idea muy ambiciosa a algo que se pueda lograr en unas pocas horas. Me pidieron ayuda con un puñado de problemas, desde algo tan mundano como juntar dos programas que fueron escritos por personas distintas, cada una en su PC bajo condiciones ligeramente diferentes, y que corrieran juntos; pasando por analizar en tiempo real un stream de audio, detectar cuando se termina una frase, y enviar el pedazo a un analizador del habla; hasta resolver problemas de programación concurrente para simultáneamente procesar un video de una webcam mientras por detrás se van enviando segmentos del video para ser analizados por otro modelo de AI.
En cada caso intenté ayudar con lo que sé, pero sobre todo traté de aterrizarlo a las necesidades de cada equipo, y balancearlo con sus soluciones. ¿Es realmente necesario detectar el fin de la frase en tiempo real, o bastaría para la demo que el usuario grabe el pedazo y haga click en un botón cuando termina? ¿Vas a alcanzar a hacer una interfaz que muestre el video mientras se procesa, o mejor recibes un archivo de video solamente?
Claro, en un producto final sería muy deseable poder analizar audio o video en tiempo real, pero esto era una hackathon: todos esos extras suenan muy bonitos, pero te distraen del núcleo de tu proyecto.
Concéntrate en resolver el problema que elegiste, y si alcanzas le pones esos adornos y extras. Cuando hayas ganado la competencia, y hayas decidido partir tu startup desde ese proyecto de hackathon, ahí es cuando vuelve el sentido común, cuando tu producto tiene que funcionar bien y consistentemente, cuando esos extras pueden ser el factor de éxito de tu startup.