Después de 40 días de selección, 1010 postulaciones, muchas horas de pruebas y una noche de hackatón, tenemos a los 10 seleccionados para vivir 3 meses en la Patagonia y participar gratis en el curso intensivo de programación de Fintual. Fue largo, pero están felices (y nosotros aún más porque son muy talentosos)
Cuando fuimos a conversar con los founders de varias escuelas de programación en Europa, nos aconsejaron que buscáramos dos características claves en los futuros alumnos: diversidad y motivación.
La diversidad es clave para el modelo pedagógico que queremos seguir: el aprendizaje peer-to-peer. Para aprender uno del otro mientras enfrentamos desafíos juntos, es fundamental que tengamos conocimientos distintos. Que cada uno con su experiencia profesional y personal tenga un ángulo y herramientas particulares para resolver los problemas.
En este equipo encontramos gente de diferentes regiones de Chile y de varios países: Bolivia, Colombia y México.
Si bien llegan desde distintos horizontes, tienen un punto en común: los guía la idea de una transición de vida. Así es como se encuentran una historiadora de formación que se convirtió a dev durante la pandemia, un profe de innovación, un ex-consultor en conversión a ser dev que vendió recién su primera página web, un científico de datos, una desarrolladora front-end, un consultor en inversiones, un drop-out de la universidad desarrollando un emprendimiento para enseñar programación con robótica virtual, una consultora en redes móviles y un ingeniero que se describe como “daltónico, zurdo y en transición de vida”. Todos están en movimiento.
La otra característica: la motivación. El proceso de selección que explicamos abajo muestra cómo los que lo terminaron calzan con el criterio.
¿Cómo llegamos de 1010 a 10?
El 28 de abril, hicimos un llamado a postular a la FIN.
En menos de una semana recibimos 1010 postulaciones de todas partes de Latinoamérica. Vimos de todo: consultores y banqueros aburridos, alumnos decepcionados de la universidad, futuros emprendedores, freelancers, nómades y una mujer de 57 años, sorda.
Algo se repetía mucho: transición de vida. Tal vez la FIN fuese esa puerta que les permitiría pasar a una nueva etapa.
Etapa 1: la prueba en línea
Un sábado a las 11am, 360 participantes se conectan a un zoom. Tuvieron 6 horas para resolver problemas de distintos tipos.
Preguntas de programación, obvio.
Pero también otras preguntas menos técnicas. No vamos a revelar aquí cuáles fueron, pero podemos compartir algunas respuestas:
"Tenía muchas ganas de conocer el mundo, así que postulé a una beca para estudiar una carrera que se llama Mecatrónica, y terminé haciendo cosas que no planeaba, como escapar de un atentado y tomar un bus de +20 horas en Bielorrusia en pleno invierno"
"A los 17 años compré un chevy nova del 77 que estaba botado, pensando que iba a ir a carreras de drift (así como reto f&f Tokyo). Pero era tan caro hacerlo andar que pasaba estacionado, lo pinté sin saber pintar y lo vendí al triple"
En promedio, la prueba les tomó casi 3 horas y la finalizaron 250 postulantes. Un número bastante bueno.
Y ahora, ¿cómo vamos a revisar 250 pruebas?
Si bien imaginábamos que tendríamos varias postulaciones, terminaron participando muchas más personas de las que habíamos pensado inicialmente. Entonces, ¿cómo íbamos a revisar cada una de estas 250 respuestas? Teníamos que reinventarnos.
Como muchas cosas que pasan en el día a día de una startup, había que moverse rápido. Nos juntamos a pensar cómo hacerlo y 5 días después, teníamos una app lista para organizar un sistema de revisión “peer-to-peer” entre los postulantes. En pocas palabras: ¡qué se evaluaran entre ellos mismos!
En Fintual, cuando reclutamos, es súper importante el fit cultural, por lo que sentíamos que este sistema no podía ser diferente. Y esto es aún más importante si vas a convivir 3 meses lejos de todo con alguien a quien no conoces.
Nuestra idea fue pedirle a cada postulante que identificara desde el principio con quién le gustaría formar equipo y con quién no. Cada uno tuvo que elegir 20 veces entre dos perfiles anónimos de otros postulantes, respondiendo la pregunta: “¿Con cuál prefieres compartir durante el intensivo?”
Este proceso de peer-review nos dió un ranking de “deseabilidad de convivencia” entre los postulantes, según sus propias preferencias.
Con este tema solucionado, pasamos a corregir la parte técnica de las pruebas.
La parte técnica se revisó en Puerto Natales, en las oficinas de Fintual, durante varios días. Terminamos el domingo con tremendas ojeras:
Etapa 2: la hackatón
Una semana después llegaron 38 candidatos desde diferentes regiones de Chile, Argentina, Colombia, México y EEUU. La hackatón estaba en vivo desde las sedes de Fintual en Santiago y Ciudad de México.
¿Qué es una hackatón? Una hackatón es una maratón de programación. Los participantes tienen que resolver problemas y desafíos reales en equipos de tres (que fueron conformados al azar ese mismo día). Cada equipo debía proponer una solución y armar un prototipo para uno de los 3 desafíos que les presentamos. En total tuvieron un poco más de 14 horas para preparar todo: analizar el problema, diseñar, programar, prototipar y presentar.
El palacio -el palacio Droguett, oficina de Fintual- estaba en llamas. Toda la noche programando. Los devs de Fintual dando vueltas para apoyar, conversar y resolver dudas.
Estos fueron los 3 problemas que les presentamos:
- The Chat Market: todos los empleados de Fintual respondemos el chat de Fintual. Cada uno tiene un turno durante la semana. Pero ¿qué pasa cuando alguien se va de vacaciones o al doctor? Necesitamos una herramienta digital para resolver estos cachos.
- FIN 50.000: ¿cómo organizar el mismo proceso de selección de la FIN si llegan 50.000 postulantes en la próxima versión?
- Freestyle: diseñar algún tipo de software que tuviera que ver con el deporte/outdoor, lo que sea.
La noche fue larga. Muy larga. Pero mágica.
A las 7:30am, y luchando contra el sueño, comenzamos con las presentaciones.
Después de retirarse, el jurado eligió a 3 equipos ganadores, todos con soluciones muy interesantes y diferentes entre sí.
Pero ganar la hackatón no implica ser seleccionado para la FIN. Después de la competencia, revisamos el código e hicimos las últimas entrevistas por teléfono.
Al final, fuimos a sorprender a algunos a su casa con la buena noticia de que fueron seleccionados.
El Intensivo
¿Por qué alguien que ya sabe programar le gustaría entrar en la FIN?
Ser dev es la profesión más demandada del mundo. Pero además de ser muy demandada, es muy entretenida y desafiante. Muchas personas quieren dejar su pega fome y convertirse en dev. Se ve cada día más.
Y así fue diseñada la FIN, como un portal de transición.
Porque si ya existen muchos bootcamps y cursos en línea para partir desde cero, faltaba en el ecosistema algo para perfeccionar esta transición. Llevarlos a ser reales desarrolladores al nivel de entrar como dev en Fintual.
Apéndice: ¿qué van a aprender? (aquí nos ponemos un poco más técnicos)
“Cualquiera puede escribir un código para que lo entienda un computador. Los buenos programadores escriben códigos para que los entiendan los humanos” - Martin Fowler
Obviamente, van a familiarizarse con el stack de tecnología que usamos en Fintual:
- Ruby
- Ruby on Rails
- RSpec
- Vue JS
- GraphQL
- React Native
Pero más importante todavía, van a aprender a programar en equipo. Para muchos de ellos, eso ya es algo nuevo (varios tuvieron su primera experiencia con la hackatón).
Esto tiene varias implicancias:
- Saber aterrizar una idea de producto, explicando cómo sería y cómo hacerlo, para convencer los otros de hacerlo juntos
- Saber definir bien el tamaño del trabajo que se puede hacer en X semanas con Y personas; saber cómo y dónde partir; comunicar bien los avances; saber dejar parte de la ambición en el camino; no tener miedo a admitir sus vulnerabilidades, sus dudas y pedir ayuda
- Escribir código en una “carpeta de archivos” compartida por más de 40 devs. Esto implica manejar muy bien las reglas del “desarrollo continuo”. Manejando línea de tiempos paralelos con Github, escribiendo “pull requests” (PR) y revisando los de sus compañeros
- Escribir código que testea su propio código: un poco como cada nuevo auto pasa por una serie de crash-tests, aquí la idea es asegurarse de que cualquier cambio al código no implica un problema de seguridad o de estabilidad de la app
- Aprender a aprender solo. Acostumbrarse a que tu equipo te lance un desafío para el que no tienes ningún conocimiento previo, y para el cual debes seguir un curso en línea, googlear, probar cosas, romper el código, hackear una solución, y desde ahí iterar a algo más bonito.
- Quizás el más difícil de todos: escribir un código muy “limpio”. Un código fácil de leer, minimalista, bien ordenado y organizado según buenas prácticas. Aprender a siempre re-escribir un código para dejarlo más limpio.
Estos últimos puntos se ven reflejados en esta tabla de prácticas que esperamos de un desarrollador junior de Fintual.
Y finalmente, estos 3 meses van a ser una buena ocasión para enseñar cosas más de “startup”: prácticas que una persona trabajando en Fintual aprende poco a poco y que pueden servirle harto a un joven que se lanza en el mundo de los startups. Por ejemplo:
- Cómo hacemos branding
- Cómo comunicamos
- Uso de herramientas tipo Slack, Notion y todos los bots que desarrollamos y que interactúan en el día a día con nosotros
- Automatizar cosas con Zapier
- Cómo manejamos datos
- Cómo trabajamos en squads, con un parlamento, un coliseo, product leads, tech leads, etc.
- Estrategia de crecimiento de la empresa
- Cómo hacemos diseño en Fintual
- Cómo funcionan los stock options
Un equipo on 🔥
Este desafío-maratón de crear una escuela desde cero y tenerla lista en seis meses es el producto de un tremendo trabajo del squad branding. En particular de:
- Angel y Jorge por el tremendo trabajo de diseño de marca, que nos cuentan aquí
- Andrea por el tremendo trabajo del branding "análogo" (los regalos de la hackatón, las cartas de Hogwarts con la ayuda de Danae, las banderas y muchas más cosas que no puedo revelar aquí todavia)
- Cata y Pancho por estar grabando día y noche, en Santiago y en Natales, esta organización de la FIN. ¡A Pancho también por su ayuda increíble de productor en la organización!
- Camilo y Luca por el rodaje improvisado de la entrega de cartas
- Montserrat, José Ignacio, Daniela, Marcelo y Sofia por la gran coordinación del ejercicio de comunicación que representa la FIN
- Beatriz, coordinando a esta selva cariñosa de gente talentosa
- Pedro, excelente advisor y compañero en este proyecto
Y además del squad de branding, ¡tuvimos el apoyo de muchos otros! En la preparación de la prueba en línea, Diego y Jose Luis brillaron escribiendo las preguntas y ayudando a pensar la revisión peer-to-peer.
En la organización de la hackatón pudimos contar con una armada compuesta por, ademas de los nombres ya mencionados: María José, Julia, Nino, Saratscheff, Claudio, Dane, Gonza, Jose Luis, Daniela, Marcelo, Francis, Joaquim, Paul y Jimena, entre otros.
Créditos fotografía principal: José Luis Haddad