Esta semana muchos nos sorprendimos al enterarnos de que el directorio de Twitter aceptara la oferta por 44 mil millones de dólares que Elon Musk hizo para ser el dueño de la red social.
Una pregunta que seguramente has visto poco en los medios es ¿qué influencia puede tener esta compra en los usuarios de la plataforma y sus datos?
Wired lo investigó hace unos días y acá te contamos lo más importante que encontraron, junto con otros datos interesantes
Los cambios que se vienen
En la declaración oficial de compra, Elon hizo los siguientes comentarios sobre el rol de Twitter y su futuro:
- Parte explicando el rol que le ve a Twitter en la sociedad contemporánea: La libertad de expresión es clave en las democracias funcionales, y Twitter es la plaza de la ciudadanía en la que se discuten asuntos vitales para el futuro de la humanidad.
- Termina dando algunos ejemplos de cambios que cree necesarios para que se cumpla este rol: Quiero hacer que Twitter sea mejor que nunca con nuevas funcionalidades, liberando el código de sus algoritmos para incrementar la confianza en ellos, eliminando cuentas automatizadas (bots) y autentificando a todas las personas que lo usan.
Los temores de algunos usuarios
No todo el mundo está feliz con esta adquisición porque no hay claridad del efecto que podría tener en la privacidad de la información de los usuarios.
Evan Greer, sub director del grupo de derechos digitales Fight For The Future, comenta algunas de sus preocupaciones:
- Históricamente, Twitter ha permitido a sus usuarios usar pseudónimos, es decir, nombres que no necesariamente deben coincidir con el que aparece en su cédula de identidad.
- Cuando Elon habla de autentificar a todas las personas y eliminar a los bots, se abre la posibilidad a que se exija en el futuro el uso de nombres reales o la validación de identidad con algún documento oficial para usar la plataforma.
- Jeff Kosseff, profesor de ciberseguridad en la Academia Naval de Estados Unidos, cree que esto hará que muchas de las opiniones actualmente existentes en Twitter dejen de emitirse, especialmente en países con gobiernos autoritarios, por miedo a represalias.
- Además, a pesar de que existen mensajes directos y cuentas privadas, toda esta información no está cifrada de extremo a extremo (como sí están los mensajes de WhatsApp y Signal), por lo que si Elon quisiera leerlos o entregarlos a cualquier gobierno, no existiría forma técnica de detenerlo.
Plataformas cerradas o abiertas
Twitter y la mayoría de las plataformas web actuales son cerradas. Si alguien quiere interactuar con cuentas dentro de la plataforma, no le queda más que crearse una cuenta, sometiéndose a las reglas que la plataforma especifique para el registro y manejo de sus datos.
Pero ese no es el único problema que suele encontrarse en las plataformas cerradas:
- Para Evan Greer la unilateralidad de las decisiones de las plataformas cerradas perjudica principalmente a comunidades marginadas y personas cuyo trabajo depende de su exposición en redes sociales.
- Lo anterior lo explica con un ejemplo: Si el día de mañana Twitter decide cambiar su algoritmo para mostrar tweets, el nivel de difusión del contenido de algunos usuarios se verá perjudicado, lo que puede afectar sus ingresos, su capacidad de ser escuchados, o incluso su vida.
Sin embargo, no todas las tecnologías de Internet funcionan así:
- El protocolo de correo electrónico es desde sus inicios abierto y público, por lo que puedes elegir el proveedor que más confianza te entregue para crearte una cuenta (por ejemplo, Gmail), sin limitar tu capacidad de enviar y recibir correos hacia y desde cuentas de otros proveedores (Por ejemplo, Outlook).
- Twitter se encuentra desde hace unos años trabajando en el proyecto Blue Sky, para abrir su plataforma y permitir interacciones entre usuarios de Twitter y de otros proveedores de sitios de microblogging que sigan el estándar. Cabe destacar que todavía no hay claridad si este proyecto continuaría durante la administración de Elon Musk.
El Fediverse
Desde hace unos años también existen protocolos e implementaciones abiertas de redes sociales federadas y descentralizadas. Una de ellas es Mastodon, la cual sumó más de 30 mil usuarios luego de la publicación de la noticia de adquisición.
- Con Mastodon, cualquier persona o grupo de personas puede correr su propia versión (instancia) de Twitter, pudiendo interactuar directamente con cuentas de esa o de otras instancias. Esto se conoce como una plataforma federada, mientras que al universo de todas las plataformas federadas se le llama fediverse.
- Además de seguir un protocolo abierto, Mastodon es de código abierto. Esto quiere decir que cualquiera puede ver cómo están implementados los algoritmos de recomendación que usa la red social, e incluso modificarlos en su instancia.
- Las personas que administran una instancia tienen control y visibilidad completa sobre lo que se publica en ella y sobre sus reglas de uso. También hacen de moderadores y definen qué se puede publicar y qué no.
De todos modos, las plataformas federadas de redes sociales también tienen sus problemas:
- La red de Mastodon cuenta con un poco menos de 100 mil usuarios activos mensuales entre todas sus instancias, lo que es un número bastante pequeño si se compara con los más de 200 millones de usuarios monetizables que reportó Twitter este jueves.
- Es necesario confiar mucho en la persona o grupo que crea la instancia, ya que al funcionar internamente de forma parecida a Twitter, también tienen acceso completo a todos los mensajes (públicos y privados) de la misma.
- Como cualquiera puede levantar una instancia, a medida que pasa el tiempo muchas de ellas desaparecen o pueden ser vulneradas por poco conocimiento de parte de sus creadores, falta de presupuesto o fallas técnicas, perdiéndose o filtrándose los datos de sus usuarios.
- Esto último ha pasado en plataformas basadas en el código de Mastodon que no son mantenidas correctamente.
¿Cómo equilibrar privacidad, popularidad y resiliencia?
Estos antecedentes hacen difícil predecir qué ocurrirá con las plataformas de redes sociales en un futuro en que pueden ser compradas y vendidas por facilidad por personas individuales.
Recordando lo que ha ocurrido los últimos años con el correo electrónico y las compañías de telefonía celular, puede que en el futuro las plataformas de redes sociales sigan un protocolo abierto, pero los usuarios estarían centralizados en unos pocos proveedores grandes.
Cada proveedor grande debería estar obligado por regulación a desarrollar mecanismos que permitan a los usuarios migrar fácilmente a la competencia. Esto ayudaría a promover decisiones en todos los proveedores que protejan a los usuarios y a su información personal.
Definitivamente, las decisiones que tome Elon en unos meses más generarán un impacto importante en la dirección que tome ese desarrollo, por lo que solo queda esperar a ver qué pasa. Por mientras, les recomiendo ponerse al día con Better Call Saul en Netflix, que está bastante buena y le queda solo una temporada.