En el contexto de que lo análogo vuelve a estar de moda como una reacción al AI Slop y la fatiga de las redes sociales, hicimos una encuesta entre nuestros lectores para saber cómo se relacionan con las manualidades y los hobbies artísticos. La idea era tener una imagen general de qué actividades son más comunes y sobre todo, cuales son las creencias y pensamientos de nuestros lectores en torno a la creatividad cuando esta es puesta en sus manos.
Un total de 202 personas contestaron, y la mayoría (78,7%) tiene entre 25 y 44 años, es decir, en plena edad productiva; es la masa de gente que trabaja, cría hijos, se cambia de casa, ve cómo envejecen sus padres y comienza a darse cuenta de que ellos también envejecen.
Recuerdo cuando alguien me dijo, cuando tenía 25 años: a partir de ahora, todo irá en picada. Probablemente eran los buenos augurios de un envidioso de mi juventud de aquel entonces, pero no por eso dejaba de tener razón. Después de los 25, en efecto, todo comienza a ir en picada, y es por eso que el hobbie adquiere una relevancia mayor: la capacidad de estar con uno mismo y entretenerse comienza a ser muy apreciada, quizás porque representa una vuelta a la infancia, a nuestra identidad de niños. En general dejamos de jugar cuando entramos en la adolescencia, y nos metemos en un viscoso y nublado túnel de hormonas y tormento del que solo se sale atravesándolo. “I can see no way out, but through”, dice el poeta Robert Frost en “A Servant to Servants”.
A los 25, entonces, se produciría (según mi hipótesis) una vuelta a la infancia resignificada, un volver a mirar lo que fuimos sin el cringe de la adolescencia, sino con ternura y honestidad. Es ahí donde nos encontramos con el hobbie, que en muchos casos es una reinterpretación de una actividad de cuando éramos niños. Y los resultados de la encuesta hablan de un interés por las manualidades, donde un 41,1% contestó que le gusta hacer cosas con las manos, pero no siempre puede, y un 25% dijo que siempre ha sido creativo/a y está inventando cosas.

Estoy consciente de que al hacer una encuesta sobre hobbies y manualidades y creatividad, la muestra inmediatamente se parcializa a las personas que efectivamente sienten un interés por esos asuntos, pero igual hubo gente que contestaba no tener ningún tipo de relación con el tema, de hecho un 3,5% dijo, secamente, no haber tenido nunca afinidad con lo manual.
El año que dejamos fue importante para la creatividad de los encuestados, ya que un 42,6% encontró un nuevo hobbie en 2025, y de esos los que predominan son bordado, tejido y costura, y en las categorías de artes plásticas son populares la pintura, la cerámica y el modelismo (sí, armar maquetas en miniatura). Los instrumentos musicales también tuvieron unas cuantas menciones, y no poca gente mencionó jardinería y escritura. Y los menos (o más auténticos) fueron aprender nudos y Magic The Gathering.
La mayoría de los encuestados, a pesar de decir que no siempre podían ejercer sus hobbies, contestó que los realizaban de una a varias veces a la semana. Eso me da a entender que nuestros lectores quieren, quizás, ¿dedicarse a sus hobbies? Probablemente es una conclusión un poco atrevida, pero de todos modos quieren dedicarles más horas, a pesar de estar destinándoles tiempo significativo.

La gran mayoría dijo que las actividades manuales les generan calma. Personalmente, me encuentro dentro de esos, y la siguiente emoción predominante fue “satisfacción”. No es raro entonces que quieran pasar más horas haciendo eso que les provoca tan agradables sentimientos. Y mi mensaje para el triste 7,9% que declaró sentir frustración, es el siguiente: no tengas grandes ambiciones a la hora de enfrentarte a tu hobbie. De hecho, la palabra “enfrentarte” es mala, porque implica una batalla. Se supone que tu hobbie es tu momento de diversión y la idea es que sea placentero; y si tienes muchas expectativas, como que todo te salga fácil o que tu mano entienda perfectamente lo que imagina tu mente, tienes todas las posibilidades de pasar un momento horrible, ya que en general los hobbies son difíciles de dominar. Se requieren mil horas para ser experto en algo. Y lo que nos ha quedado claro es que el tiempo es el principal obstáculo para practicar estas actividades. Mi palabra elegida, en vez de “enfréntate”, sería “acércate”, así como un niño de 2 años se acerca a todos los precipicios que ve sin ningún miedo de morir, con la absoluta confianza y curiosidad de que algo va a encontrar del otro lado, sin saber qué ni cuándo. La expresión gringa “Baby steps” no es solo porque sean pasos pequeños los de las guaguas, sino porque son inconscientes y temerarios.
Y algo que me sorprendió fue que un 28,7%, la segunda mayoría, dijo no sentir NADA de inspiración en redes sociales para empezar o retomar un hobbie. La primera mayoría dijo, con un 29,2%, que las redes sociales lo había inspirado “algo” pero con la cantidad de tiempo que pasamos en redes sociales hubiera apostado a que al menos el 50% declarara que sí, que en efecto se inspiran mucho en Instagram o Tiktok.

Mi primera interpretación tiene que ver con el mismo hastío del que he hablado: quizás estar pegado mucho rato en el celular hace que busquemos inspiración en otra parte, pero me pregunto: todas estas personas que efectivamente tienen hobbies, ¿qué están viendo en redes sociales? ¿Chistes? ¿Memes? ¿Política? Tendré que hacer otra encuesta para averiguarlo. ¿O será que las ganas de estar fuera de internet y hacer manualidades son tantas, que se subestimó inconscientemente en la encuesta la influencia de las redes sociales? Como dice Dr. House, todo el mundo miente. Lo bueno es que un 35,3% no cree que la inteligencia artificial sea capaz de reemplazar aspectos de la creatividad humana, pero un 40,8% cree que sí, pero solo algunos aspectos. Nuestros lectores tienen un pensamiento bastante conservador en cuanto a las aptitudes de la IA.
Un 31% gasta un monto bajo en sus hobbies, de 10 a 30 mil pesos, siendo solo un 6% los realmente dedicados o despilfarradores los que gastan más de 100 mil (yo soy de esas también). Probablemente aquellos que quieren pasar más tiempo en sus intereses tendrán que subir su inversión: un 10% señaló el elevado valor de los materiales como el principal obstáculo que les impide hacer más actividades manuales.
En resumen, esta pequeña muestra de lectores es bastante afín a los hobbies y manualidades, confían en la preservación de la creatividad humana por sobre la artificial y encuentran emociones positivas cuando realizan sus actividades de tiempo libre. Las redes sociales no juegan un papel importante -o eso dicen- en la adopción ni en la inspiración para realizar estos hobbies, y la mayoría coincide en que le gustaría tener más tiempo para dedicarse a ellos, sin embargo declaran que varias veces a la semana se embarcan en la alegría de la creación.
Si les gustaría complementar estos resultados con alguna reflexión más allá de lo cuantificable, o hay un hobby raro que no salió acá y quieran compartir, escríbannos a cartas@fintual.com