Son muy pocos los artistas que han podido crear un universo de personajes y vivir de eso: George Lucas con la Guerra de las Galaxias, Bill Watterson con Calvin y Hobbes, Trove Jannsen con los Moomins…
Y en Chile, tenemos a Alvaro Díaz y Pedro Peirano con 31 Minutos.
Su franquicia ha crecido tanto que la exposición del Museo 31 en México está agotada hasta su última fecha en septiembre. Si pasas por afuera, hay largas filas de personas intentando entrar de alguna forma, y un montón de vendedores con sus propias versiones apócrifas de los títeres.
Por suerte pudimos pillar a Alvaro para que se sentara a conversar con nosotros: estuvo yendo y viniendo entre Chile y México para instalar el Museo, actuar en la obra del Quijote de 31 Minutos, y presentarse en un concurso de Guadalajara para crear una nueva película (el proyecto Nakamura, que ganó 5 premios en el Encuentro de Coproducción del Festival de Cine de Guadalajara).
Hablamos con él del arte de los titiriteros, las mascotas institucionales que le cargan, cómo llegó a trabajar con la del SII (incluye un raro viaje a Guatemala), y logramos que nos confesara por qué odia el tema de la Inteligencia Artificial. A partir de estas distintas conversaciones, Álvaro nos dio algunas pistas de cómo logró crear ese mundo expandible de 31 Minutos y también, la manera en que se las ingenia para idear nuevos proyectos que superen al universo en el que ha trabajado más de 20 años.
Anexo: dado que hablamos de eso en el podcast, aprovechamos de dejarles todos los videos en los que colabormos con Alvaro Díaz y Francisca Feuerhake en Fintual: