Seguramente has escuchado mil veces que 'el mundo está cambiando', pero esto es diferente. Mientras lees esto, hay avances en IA que están transformando silenciosamente el futuro del trabajo. Y cuando lleguen a los titulares principales, será porque ya cambiaron las reglas del juego... otra vez.
Por ejemplo, en febrero del 2024, sin hacer mucho ruido, Meta presentó una IA que puede entender videos como ninguna otra antes. ¿Por qué importa? Porque cuando estas 'pequeñas' noticias lleguen a los medios masivos, ya habrán revolucionado industrias enteras, desde la seguridad hasta el entretenimiento.
Entonces, ¿cómo ayudar a los jóvenes a elegir una carrera cuando ni siquiera sabemos qué trabajos existirán en cinco años? ¿O en dos?
La verdad incómoda es que no existe la 'carrera a prueba de futuro'. Pero hay algo mejor: podemos ayudar a los jóvenes a desarrollar su 'kit de supervivencia' para el 2025 y más allá.
Un estudio de OpenAI reveló que el 80% de los trabajadores verán al menos el 10% de sus tareas afectadas por la IA. En términos concretos: las IAs ya están escribiendo correos, analizando datos y diseñando presentaciones. Y esto es solo el comienzo.
Las habilidades que realmente importan no son las que uno podría pensar. No se trata de memorizar datos ni de hacer cálculos perfectos. Se trata de algo mucho más interesante...
Estas son las habilidades que marcarán la diferencia
Primero, la capacidad de pensar de forma flexible. No se trata solo de resolver problemas, sino de identificar cuáles son los problemas correctos que resolver. Es la diferencia entre saber usar una herramienta y entender cuándo y por qué usarla.
La segunda es más sutil pero igual de crucial: la adaptabilidad. En un mundo donde las herramientas y métodos cambian constantemente, la capacidad de desaprender y reaprender se vuelve fundamental. Es como actualizar el sistema operativo de nuestro cerebro.
La tercera habilidad es quizás la más valiosa: las relaciones humanas complejas. Mientras las IAs pueden procesar información y realizar tareas técnicas, la capacidad de entender realmente a otras personas, de liderar equipos y manejar situaciones sociales delicadas sigue siendo un territorio fundamentalmente humano.
Por último, está la curiosidad activa. No es suficiente con estar abierto al aprendizaje - se necesita buscarlo constantemente. Los profesionales más resilientes son aquellos que se preguntan '¿qué más puedo aprender?' incluso cuando ya son expertos en su campo.
¿Entonces qué significa todo esto al momento de elegir una carrera?
La clave no está en evitar ciertas carreras, sino en entender que casi cualquier carrera puede ser viable si se aborda de la manera correcta. Por ejemplo, un contador que solo sabe hacer balances será reemplazable por IA, pero uno que puede interpretar datos, asesorar estratégicamente y comunicarse efectivamente con clientes será invaluable.
Lo mismo aplica para casi todo: no es tanto QUÉ carrera elijas, sino CÓMO la ejercerás. Un médico que solo diagnostica podría ser reemplazado, pero uno que combina el diagnóstico con empatía y pensamiento crítico será irreemplazable.
En derecho, los software ya pueden revisar contratos y hacer investigación jurídica básica. Pero los abogados que destacarán son los que puedan negociar acuerdos complejos, desarrollar estrategias legales innovadoras y entender las implicaciones éticas de nuevas tecnologías.
En el campo del diseño, las IAs ya generan imágenes y layouts. Sin embargo, los diseñadores exitosos serán aquellos que pueden entender las necesidades humanas profundas y crear experiencias significativas, no solo imágenes bonitas.
Entonces, ¿cómo evaluar una carrera en este contexto cambiante? Aquí hay tres preguntas clave que los jóvenes deberían hacerse:
¿Esta carrera me permite desarrollar habilidades transferibles? No solo títulos y certificaciones, sino capacidades que sirven en múltiples contextos.
¿El campo está evolucionando con la tecnología o resistiéndose a ella? Las áreas que abrazan la innovación suelen ofrecer más oportunidades que las que se resisten al cambio.
¿Hay espacio para la creatividad y el pensamiento original? Mientras más espacio exista para aportar algo único y humano, más sostenible será la carrera a largo plazo.
La conclusión más importante es esta: la elección de carrera ya no es una decisión para toda la vida, sino el primer paso de un viaje adaptativo.
Los resultados de la PAES son importantes, sí, pero no son una sentencia definitiva. Lo verdaderamente crucial es desarrollar la capacidad de evolucionar y crecer continuamente. La carrera que elijan hoy puede ser el punto de partida hacia oportunidades que ni siquiera existen todavía.
El mejor consejo que podemos dar a los jóvenes no es 'elige la carrera correcta', sino 'prepárate para reinventarte varias veces'. La verdadera seguridad laboral en la era de la IA no viene de elegir la carrera perfecta, sino de mantener viva la capacidad de aprender y adaptarse.
Y si quieres un libro que desarrolla muy bien este consejo, y que le podrías regalar a alguien que tenga dudas de qué carrera elegir, te recomiendo el que escribió el autor de la tira cómica Dilbert, Scott Adams: How to Fail at Almost Everything and Still Win Big: Kind of the Story of My Life (The Scott Adams Success Series).