El mundo de las criptomonedas evoluciona rápidamente y uno de los temas más candentes es el de las stablecoins.
¿Qué son las stablecoins?
Las stablecoins son criptomonedas que buscan tener precios estables, usualmente con una paridad 1:1 con el dólar norteamericano. Es útil si quieres que una criptomoneda cumpla el mismo rol que sus pares físicos, es decir, ser medio de intercambio, reserva de valor y unidad de medida. Esto es una gran diferencia respecto a las criptomonedas tradicionales, donde por ejemplo el Bitcoin tiene una volatilidad anualizada de un 70%, mientras que la del DXY (índice del dólar versus sus principales pares comerciales) es de tan solo 7%.
¿Cómo funcionan las stablecoins?
Para entender como funcionan las stablecoins hay que dividirlas según su mecanismo de paridad: este puede ser centralizado o descentralizado.
Las stablecoins centralizadas están respaldadas por un custodio central donde se deposita la cantidad equivalente del activo que se quiere replicar (es decir, si hay 100 mil milones de un stablecoin como USDT, existe un custodio con 100 mil millones de dólares guardados). Esta figura es parecida a cuando los bancos centrales respaldaban las monedas de los países con reservas de metales preciosos en lo que se llamaba el “padrón oro”, donde efectivamente podías cambiar un billete de un dólar por unos cuantos gramos de oro.
Este sistema es el más estable, ya que tiene un respaldo 1 a 1, pero depende de una sola entidad controladora de la custodia de los activos, lo cual rompe el ideal de las finanzas descentralizadas (DeFi). Este es el tipo más abundante de stablecoin y abarcan más de 140 mil millones de dólares en activos.
En contraste, las stablecoins descentralizadas buscan evitar concentrar el manejo de la moneda en un solo custodio. Pueden tener como colateral alguna criptomoneda de valor alto (por ejemplo Bitcoin o Ethereum) y con esas reservas busca mantener la paridad contra el dólar u otra moneda (si alguien quiere liquidar la moneda, se vende el valor equivalente de la criptomoneda subyacente asumiendo que la paridad es 1:1). Finalmente, los tipos más “esotéricos” son aquellas stablecoins algorítmicas, que no poseen realmente un colateral, sino que tienen una “criptomoneda de ajuste” la cual algorítmicamente se va generando o destruyendo para que, por arbitraje de monedas, se mantenga la paridad. En este último grupo es que reside una de las stablecoins que salto a la fama (TerraUSD o UST) por su colapso y romper su paridad, llegando a valer básicamente cero.
En conclusión, este mundo de las stablecoins es naciente. Si bien el potencial de su uso es enorme (imagínate transferencias inmediatas sin depender de bancos o tarjetas y con básicamente comisión cero), pero todavía hay muchos desafíos por delante antes de transformarse en verdaderas monedas globales.