La publicación del Imacec–el índice que mide la actividad económica de nuestro país mes con mes– trajo una sorpresa positiva. Este jueves 2 de noviembre supimos que la actividad creció 0,6% durante el mes de septiembre. Registró el mayor crecimiento mensual desde enero de este año, y superó el consenso del mercado, que anticipaba un aumento de 0,2%. Si comparamos con septiembre del año pasado, la actividad registró nulo crecimiento, desafiando a la expectativa de una caída de medio punto porcentual.
Si bien el dato es una buena noticia, es importante tener en cuenta que la mayor parte del avance se explica por la minería, que suele ser volátil. El Imacec no minero avanzó 0,2% en el mes, y en términos anuales sigue en terreno negativo, en -1,2%. Está por verse si el buen desempeño de este sector continúa en los próximos meses.
De todas maneras, los datos sugieren que el PIB del tercer trimestre va a rondar un crecimiento de 0,3% en el periodo, con la producción de bienes levantando la economía después de varios meses de desempeño débil, mientras que el sector servicios está bajando desde los altos niveles que alcanzó con el impulso de los estímulos que se otorgaron para hacer frente a la pandemia.
Algo a destacar es que la economía chilena logró evitar una recesión técnica, que se define por dos o más trimestres consecutivos de contracción del PIB.
En comparación anual veremos una expansión del PIB también cercana al 0,3%, pasando a terreno positivo por primera vez desde el tercer trimestre de 2022.
Si comparamos la actividad de todo el año 2023 contra el 2022, lo más probable es que el PIB registre una contracción, porque la primera mitad del año fue más bien floja. Sin embargo, durante el año el desempeño de la economía ha ido de menos a más. Esperamos que nuestro país cierre el año con la recuperación ya bien encaminada, y que esta se extienda por todo el 2024.
En términos de política monetaria, todo apunta a que el desempeño del PIB del tercer trimestre será ligeramente mejor que lo que el Banco Central proyectó en su último IPOM, lo cual le da cierto espacio para no apurarse tanto en sus recortes de tasa, especialmente si consideramos que la evolución reciente del escenario externo puso de manifiesto la necesidad de ser cauteloso en esta materia.