Es la primera vez que una startup chilena gana la competencia de la firma de capital de riesgo Village Capital, patrocinada por BlackRock, PayPal y CitiBanamex quienes invertirán US$ 75.000 por un porcentaje de la empresa.
No pensé que ganaríamos.
No nos gustan mucho los concursos porque ocupan mucho tiempo, desenfocan de lo que tenemos que realmente hacer (construir un producto que nuestros clientes amen) y porque recién estamos en Chile como para ganar algo a nivel Latam, pero alguien de BlackRock nos invitó y postulamos.
Sumen a eso, que el nivel de las otras startups –hablando sólo de números– era muy superior a nosotros: medios de pago, tarjetas de crédito virtuales, crédito financiero, factoring… todas transando o colocando millones de dólares en México, Colombia, Argentina y Chile.
Así y todo ganamos. Y con el voto de todas ellas.
Y es que el programa –que dura tres meses– elige a las ganadoras como en la película Los Juegos del Hambre: las 11 startups que competimos nos reunimos en Bogotá una vez y en Ciudad de México dos veces, para conocernos y decidir entre nosotras quienes eran la mejor opción de inversión.
Tal cual. Village Capital, BlackRock, PayPal y CitiBanamex ceden la decisión de inversión a los mismos emprendedores bajo la tesis de que harán mejor el due diligence durante las 100 hrs que estamos juntos presentando, analizando modelos de negocios, respondiendo preguntas difíciles… y también carreteando.
Somos los mejores de Latam porque otros emprendedores fintech que creían o querían serlo, se convencieron y votaron eso. Eso es muy potente.
Pienso que este resultado se debe a que vieron mucho potencial en el negocio, a que creyeron que el equipo de Fintual era el indicado y a que el momento en el que estamos es excelente para la irrupción de un robotadvisor financiero como Fintual.
Fue heavy ganar, pero más heavy fue cómo se nos abrieron los ojos conociendo el mercado mexicano y el colombiano. Habíamos estado antes en esos países (en la playa, de vacaciones) pero nunca nos habíamos sentado a hablar de negocios con emprendedores, clientes, mentores, abogados y protagonistas de la industria financiera.
Eso y el hecho de haber hecho varios buenos amigos, nos pegó muy fuerte y nos dejó muy contentos. Tanto o más que el premio.