9 billones de dólares, o sea, 9 millones de millones de dólares, son los activos que tiene el banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal (o Fed), en su hoja de balance.
Es difícil de imaginar, pero pongámoslo así: con 9 billones de dólares alcanza para comprar casi 6 mil millones de iPhones, del más caro. Es más, ese dinero alcanzaría para comprar Apple cuatro veces.
¿Por qué la Fed tiene tantos activos en su poder?
Desde que comenzó la pandemia hasta el mes pasado, la Fed había estado imprimiendo dinero para comprar bonos y así estimular la economía. Ahora ha comenzado a revertir ese proceso con el objetivo de detener la inflación, ya que esta se encuentra en un máximo de cuatro décadas.
QE para enfrentar al COVID
Cuando comenzó la crisis de COVID, la Fed usó todas las herramientas que tenía a su alcance para estimular la economía.
Primero, bajó su tasa de política monetaria a el mínimo nivel efectivo de casi cero; después, para evitar recortar aún más la tasa y colocarla en terreno negativo —una opción que le desagrada a todos los miembros de la junta de gobierno—, la Fed prefirió complementar el paquete de estímulo monetario recurriendo a lo que se conoce como “expansión cuantitativa”, o QE por sus siglas en inglés (quantitative easing).
En la estrategia de QE, la Reserva Federal imprime dinero y con eso compra bonos—así inyecta dinero a la economía— y la idea es que, como hay más dinero en la economía, también hay más demanda de bienes y servicios.
Así es como la Fed hoy en día tiene 9 billones de dólares de activos en su poder: fueron acumulados utilizando esta estrategia. No todos los 9 billones de dólares los acumuló por la pandemia, pero el tamaño de su hoja de balance se duplicó debido al Covid.
Además de implementar el QE y de recortar la tasa de interés en 1.5% —hasta dejarla casi en 0%—, el gobierno de Estados Unidos también implementó un paquete de estímulo fiscal sin precedentes, que incluyó regalar dinero a prácticamente todas las personas.
Esto ayudó a que la pandemia no golpeara tanto a la economía—desde mediados del año pasado, la economía estadounidense sobrepasó el nivel de actividad de antes de la pandemia.
Combo inflacionario
Algo que el mercado no anticipó muy bien fue la presión inflacionaria que iba a provocar la combinación de restricciones globales a la movilidad y mucho dinero en los bolsillos de la gente.
Si todos queremos comprar cosas, pero no hay suficientes cosas que comprar, el resultado natural es que los precios suben, ya que los precios son el mecanismo de ajuste entre oferta y demanda.
La inflación en Estados Unidos pasó de cerca de 2% antes de la pandemia a superar 8% en marzo pasado, como consecuencia de este exceso de dinero en las manos de la gente (mayor demanda) y de los pocos bienes para consumir (menos oferta).
Contrario a la gran mayoría de los bancos centrales del mundo, la Fed tiene un “mandato dual” (dos objetivos): mantener un nivel de pleno empleo y también precios estables.
En la práctica, el mandato dual tiende a poner a la Fed en una encrucijada porque estos dos objetivos suelen contraponerse: para atacar el problema de alta inflación, la Reserva Federal usa diversas herramientas para endurecer las condiciones crediticias y ralentizar la demanda, pero esto debilita al mercado laboral (o sea, va en contra del de su objetivo de pleno empleo).
Esta es la razón por la que la norma general es que los bancos centrales persiguen una “inflación baja y estable” como objetivo único.
Hace más de un año que la inflación en Estados Unidos superó el objetivo de la Fed (su objetivo es que la inflación promedie 2% anual), por lo que, para muchos, la Fed tardó en actuar (pero cof cof… objetivo dual 👀). Recién a finales del año pasado la Fed comenzó a reducir el ritmo de compra de activos, un proceso conocido como “tapering”, y recién en marzo empezó a subir su tasa de interés.
QT para enfrentar la inflación
Ahora hay señales de que la Fed quiere recuperar el tiempo perdido.
Todo indica que la mayoría de los miembros de la Reserva Federal quieren llevar lo más pronto posible la tasa de interés a su nivel neutral, que es el que maximiza la actividad económica sin crear inflación: una especie de número mágico. En la práctica nadie sabe con certeza cuál es este número, aunque los miembros de la Fed lo estiman cerca de 2.4%.
Además, a dos meses y medio de haber empezado a subir las tasas de interés, el 1 de junio la Fed empezó a eliminar activos de su hoja de balance. A este proceso se le conoce como contracción cuantitativa, o QT por sus siglas en inglés (quantitative tightening). En la práctica, la Fed no vende estos activos en el mercado: lo que sucede es que cuando llega el vencimiento de estos bonos, la Fed no compra más.
El plan de la Fed para hacer su QT
Los primeros tres meses, de junio a agosto, la Fed va a reducir su tenencia de bonos del tesoro en 30 mil millones de dólares por mes, y adicionalmente, también va a comenzar a reducir su tenencia de bonos respaldados por hipotecas, llamados MBS, en 17.5 mil millones de dólares por mes.
A partir de septiembre, eso se va a incrementar a 60 mil millones de dólares por mes en la tenencia de bonos del tesoro, y 35 mil de millones de dólares en MBS.
Esta velocidad de 95 mil millones de dólares por mes de reducción de activos en su hoja de balance es casi dos veces mayor que la velocidad máxima alcanzada en el ciclo de 2017-2019. En esa ocasión, también la Fed inició la venta de activos de forma gradual y la fue acelerando poco a poco.
Equilibrio delicado
Idealmente, la Fed quiere desacelerar la economía, pero no tanto que provoque una recesión.
En otras palabras, el escenario ideal de la Fed no es que la economía estadounidense no se desacelera, porque si fuera así, la inflación seguiría muy alta. Por otro lado, como dijimos, el escenario ideal tampoco es una recesión. La Fed busca un punto intermedio—un “aterrizaje suave” de la actividad económica.
En la práctica es complicado calibrar este ajuste de forma precisa. ¿Podría lograrlo? Sí, podría. Ya lo ha hecho en el pasado. De hecho, la economía ya se empezó a desacelerar gradualmente y se espera que la inflación pronto deje de empeorar. Pero es importante reconocer que la Fed está persiguiendo un equilibrio delicado.
Si se solucionan los problemas de oferta (fin de la guerra y apertura de China) y aún así la inflación continúa disparada —al contrario del helicóptero de dinero de Friedman— la Fed necesitará una verdadera aspiradora de dinero. Ese sería un escenario malo.
En todo caso, en el ciclo de ajuste monetario en curso, la Fed ha tenido una buena comunicación, lo cual ayuda a limitar la volatilidad en los mercados.
Aunque hay mucha incertidumbre acerca del impacto que el QT puede tener en la economía, la Fed estima que un año de QT a un paso de 95 mil millones de dólares por mes de reducción de activos en su hoja de balance es equivalente a un aumento de 0.25% en la tasa de política monetaria.
La menor liquidez global es un reto para los activos más riesgosos. En general en escenarios más desafiantes, los activos de bajo riesgo como los bonos de países desarrollados son temporalmente usados como refugio, aunque la mayoría de las veces cambiar la estrategia de inversión en base a condiciones de mercado es una mala idea.
Ante niveles de muy alta incertidumbre es especialmente importante tener un portafolio bien diversificado. De esta forma, no todos los activos en la cartera van a responder igual si pasa algo inesperado.