Hice un análisis para saber si me conviene vender mi auto y moverme en Uber. Incluye una planilla al final que te servirá para calcular lo mejor para tu caso.
Todo partió cuando estaba manejando a mi casa y me di cuenta que mi auto estaba asqueroso. No lo había lavado hace casi un mes, así que paré en una bencinera. Me acerqué a uno de esos puestos autoservicio en los que compras un par de fichas, las metes en la máquina y en 5 minutos tienes el auto impecable. Quedó como nuevo. Fue un gasto que tenía presupuestado, así que no me molestó gastar plata en eso. Me gusta tener el auto limpio y lo lavo como 2 veces al mes.
Pero hay gastos que no tengo presupuestados, que son harto más caros que lavar el auto y que dependen de un factor de uso: el estado del auto, cómo trataba el auto el dueño anterior, por dónde ando, cómo manejo, calidad del fabricante, etc. Y aquí hay un poquito de buena o mala suerte de por medio. Esos gastos sí que me molesta pagarlos.
Y como dice la famosa Ley de Murphy: Lo que puede salir mal, va a salir mal.
5 minutos después de haber limpiado mi auto, estaba manejando y el auto empieza a perder potencia al acelerar, como si se trabaran los neumáticos.
En un segundo se me vino a la mente el recuerdo del arreglo de hace un par de meses en el taller: 400 lucas por cambiarle las pastillas, discos, neumáticos y otros varios más. Lo único que pensaba ahora era cuánto me va a salir esta vez.
Intentando ser optimista, manejé un par de días con fe de que la vida me iba a hacer un favor y se arreglaría, pero no. Tuve que llevarlo al taller. Cuando llegué, el jefe me dice: “Hace dos meses me trajeron uno igual, era el embrague y el de este auto es con volante flotante, así que hay que cambiarle todo. Te va a salir como 2 palos”.
2 palos… No caché nada más de lo que me dijo, lo único que quedó dando vueltas en mi cabeza fueron los 2 palos. Es mucha plata considerando el valor del auto: si vendo el auto hoy, lo puedo vender a $6.500.000. O sea, casi ⅓ del valor del auto en arreglos. Demasiado.
¿Y si tengo un “accidente” con un árbol?
(Broma).
Pero igual puede pasar, ¿o no?
Bueno, resulta que el mecánico lo salió a probar para asegurarse de que el problema fuera efectivamente el embrague. Y esta vez la vida me ayudó: era la bobina, y cambiarla costaba aproximadamente $200.000. Es plata, pero frente a los 2 palos estaba feliz.
Ufff, me salvé.
Pero seguí pensando durante el resto del día en cuánta plata estaba gastando en el auto. En mi cabeza sumaba: 2 palos, más las 400 lucas, la patente, la bencina, el seguro, el permiso de circulación, el Tag…
Chupalla.
Como mi polola me dice cuando hay que evaluar algún negocio o calcular algo: “Ya po, tú eres ingeniero”, decidí hacer honor a mi título. Esa noche abrí Excel y empecé a planillar los gastos: quería calcular cuánto estaba gastando al año.
Este fue el resultado:
1. Rentabilidad entre el 30 de septiembre de 2018 y el 30 de septiembre de 2019
CUATRO PALOS CIENTO NOVENTA LUCAS. Más plata que la …
Matías Hurtado, octubre 2019.
Esa fue mi reacción. Es mucha plata. Con eso me podría ir de vacaciones a un resort en Punta Cana por más de 1 mes.
Hice el cálculo por día: $11.710 aproximadamente para un año no bisiesto.
O sea, si todos los días del año me subiera a un Uber que me salga menos de $11.710, estoy ahorrando plata. Y un Uber de ese monto es caro. Y, más aún, si usara todos los días el transporte público ida y vuelta, me saldría $1.600 pesos (además contribuiría a mejor la situación medioambiental).
Nada comparado con los $11.710 al día que estoy gastando con el auto.
Ya me imagino echado en la playa de Punta Cana tomando una piña colada habiendo vendido mi auto.
Así que lo estoy pensando…
Y a ti, ¿qué te conviene? Te dejo esta planilla por si quieres hacer el cálculo.