MANIAC, de Benjamín Labatut: ¿Una Not novela?
por Ricardo Vivallo
La más reciente publicación de Benjamín Labatut es, en palabras del propio autor, «una obra de ficción basada en hechos reales».
La más reciente publicación de Benjamín Labatut es, en palabras del propio autor, «una obra de ficción basada en hechos reales».
Dado que con frecuencia me preguntan cómo se hace para publicar un libro, decidí ordenar las ideas en este texto. En Chile, hay al menos cinco opciones para publicar: editoriales grandes, medianas, pequeñas y autoediciones físicas y digitales.
A principios de este año, creé un desafío en Goodreads donde el plan era leer siete mujeres, solo ficción. La aplicación te deja, muy en la onda gringa, crear tu New Year’s Resolution en relación a la lectura. Uno de los libros fue Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez
"Los espejismos de la certeza" de Siri Hustvedt nos entrega una visión crítica acerca de las certezas de la cultura, que, amparada en la ciencia, nos hace establecer verdades de las que no estamos seguros y que seguramente serán complementadas, corregidas o banalizadas en un futuro cercano.
El autor de este libro, Andy Weir, programaba Blizzard, Palm, y AOL, pero uno de sus pasatiempos era escribir cuentos de ciencia ficción. El 2011 se ganó la lotería de la escritura: publicó una novela en su blog que terminó siendo una película de Hollywood con Matt Damon.
La pionera del periodismo encubierto fue una mujer. Puede parecer un síntoma de insanidad ir a tocar por voluntad propia las puertas de un psiquiátrico. Nellie Bly, en el afán de vivir en carne propia la desolación de estos centros, puso a prueba su propia cordura.
En este libro nos encontramos con una narración apegada al exceso. Sabemos culturalmente que los excesos son malos. Pero hay otra clase de exageraciones, aquellas que nos llevan a lugares necesarios para conocer el mundo más allá de las burbujas sociales donde suelen criarnos.
Quiero hablar de Sylvia Beach y de la importancia que tienen las editoras en la creación de la literatura contemporánea. Sin Sylvia Beach no existiría el Ulises de James Joyce. Es más, como dice El País: Ni Joyce sabía de qué iba su ‘Ulises’.
Rusia tiene fama de censurar libros, como la quema de que hizo la Unión Soviética. Ucrania por su lado tiene un criterio muy amplio para censurar obras. Aquí te contamos cuáles fueron las obras calladas y una recomendación para leer más literatura de esos países.