Una leyenda del arte pop.
Roy Lichtenstein se hizo conocido durante los 50 y 60 pintando extractos ampliados de cómics, a gran escala y en colores planos y llamativos. Además, los adornaba con sus característicos puntos Ben-Day. Y por si fuera poco, los llenó de "Whams" "Plops!" y "Kabooms".
Hoy en día es casi imposible no reconocer una de sus obras a simple vista.
Es interesante que en el último tiempo su obra haya estado bajo el escrutinio público después de que los artistas de cómics –cuyas ilustraciones reinventó en obras de arte valoradas en varios millones de dólares– lo acusaran de plagio.
Por supuesto, Lichtenstein no fue el primer artista –ni será el último– en verse involucrado en demandas de este tipo. La cultura y el arte son apropiacionistas por naturaleza, todo puede ser una copia de algo anterior y en el Pop Art de los cincuenta todavía más: era parte sustancial de su estilo y de su propuesta artística.