Corrían los años 70 y en el Lower East Side de Manhattan –que no era el barrio mega elegante que es hoy– un joven pintor se las pasaba rayando las esquinas con enigmáticos graffitis. 10 años después, sus pinturas costaban una fortuna y se exhibían en las galerías más elegantes del SoHo.
Pero su carrera fue rápida en todo sentido. A los 27 años, en 1988, fallecería. Desde ese entonces su enigmáticas y expresivas pinturas no han dejado de subir de precio. Si quedaste con gusto a poco con nuestra pequeña reseña, te recomendamos una película sobre su vida con David Bowie haciendo el papel de Andy Warhol.
Replicar su estilo con IA fue un desafío diferente: Midjourney entiende fácilmente su estilo, pero nos pareció más interesante situar sus cuadros en diferentes lugares: un colegio o un paradero de micros, por ejemplo.