Diciembre, mes de espíritu navideño, regalos, nieve en los malls y sol en las calles. El espíritu navideño y los regalos me hacen pensar en qué lindo es regalar o que te regalen un juego cooperativo, donde los jugadores forman un único equipo para tratar de ganarle al tablero, que toma el rol de antagonista.
Como desconozco el nivel jueguístico de los lectores y lectoras de Fintualist, me voy a centrar en cuatro recomendaciones de juegos de mesa cooperativos de baja complejidad, y que toman menos de una hora en jugarse. La baja complejidad no necesariamente significa que un juego sea menos divertido o menos elegante en sus mecánicas, así que para no dar más la lata y cubrir el máximo rango etario, les dejo la sandía calada:
¡Rescate! (Flash Point: Fire Rescue)
2 a 6 jugadores. Edad recomendada: a partir de 10 años.
El objetivo de este juego es evacuar a un grupo de personas de un edificio en llamas. Para lograrlo, cada jugador elige uno de los ocho personajes disponibles, donde por ejemplo tenemos a la paramédico, que puede reanimar personas; o al jefe de bomberos, que puede darle acciones adicionales a sus compañeros. Además de los personajes y sus respectivas habilidades, los jugadores cuentan con una ambulancia para rescatar personas, y con un camión de bomberos para apagar grandes extensiones de fuego. Todo lo anterior debe hacerse antes de que el incendio cobre cuatro víctimas, o el edificio se derrumbe por daño estructural.

El Desierto Prohibido (Forbidden Desert)
2 a 4 jugadores. Edad recomendada: a partir de 10 años.
Este juego se trata de intentar escapar de una tormenta de arena en las ruinas de una ciudad antigua en medio del desierto. Para esto, cada jugador elige uno de los seis personajes disponibles, como por ejemplo el arqueólogo, que puede remover el doble de arena que los demás; o el explorador, que es el único que puede moverse y actuar en diagonal por el mapa. El objetivo es encontrar, reunir y ensamblar los restos de una antigua nave voladora que saque a los jugadores del desierto, antes de que alguno de los personajes muera de sed, el equipo sea sepultado por la arena, o la tormenta barra con todo.
Si quieren probar una versión más simple de este juego, recomiendo La Isla Prohibida (Forbidden Island), de mecánicas similares.

Pandemic
2 a 4 jugadores. Edad recomendada: a partir de 8 años.
El juego favorito de los niños nacidos en 2020. En un lugar de la Tierra, cuatro enfermedades unieron sus fuerzas para contagiar al mundo. Solo una fuerza es capaz de detenerlos: la fuerza de 2 a 4 especialistas, quienes con la ayuda de apoyo logístico pueden ser enviados a cualquier lugar; y con un sistema increíble de habilidades manejadas desde el centro de investigación en Atlanta, se convierten en el poder supremo del hombre y la ciencia.
Pucha, los jugadores no pueden elegir como personaje al bigotón de Max Ray ni al zorrón de Ace McCloud, pero sí pueden escoger entre otros siete personajes, como el médico, que puede tratar enfermedades de la forma más eficaz entre sus pares; o la especialista en cuarentenas, que puede evitar nuevos brotes infecciosos. La pandemia se acaba cuando los jugadores logran encontrar la cura de las cuatro enfermedades, pero la humanidad sucumbe si alguna de las plagas se vuelve incontrolable, si cunde el pánico a escala mundial, o si a los jugadores se les acaban los recursos.
Si quieren algo de la misma temática, pero más desafiante, recomiendo encarecidamente Pandemic Legacy: Temporada 1, que se juega de 12 a 24 sesiones de una hora cada una.

Los tres juegos ya mencionados tienen un potencial defecto: ser secuestrados por un “jugador alfa” que se pone a dirigir el tránsito, diciéndole a los otros jugadores lo que tienen que hacer.
El siguiente juego es el más sencillo de todos, y sin embargo su mecánica elimina toda posibilidad de jugadores alfa.
Hanabi
2 a 5 jugadores. Edad recomendada: a partir de 8 años.
Sin personajes, sin habilidades extraordinarias, y con solo cincuenta cartitas, Hanabi se trata de montar un espectáculo pirotécnico digno de ser recordado. En resumen, cada jugador roba cartas y las deja con el reverso mirando hacia sí mismo, es decir, los jugadores pueden ver la mano de todos sus compañeros, pero no su propia mano. El objetivo es armar escalas de cartas (fuegos artificiales) a punta de un número limitado de pistas sutiles y buena memoria. El juego se pierde si durante la partida se cometen tres errores, o se acaba con resultados variables cuando llega el momento de calcular el puntaje colectivo final, que luego se compara con una tabla de puntuación.
Este juego es bacán. En dos emojis: 🚬🗿

Bonus track: los siguientes juegos son más o menos de mi autoría, no son cooperativos, pero los incluyo en el listado porque son especialmente contingentes.
Cachipún Postal
2 jugadores. Edad recomendada: da lo mismo, solo importa saber jugar cachipún.
Corrían los inicios de la década de 2010 cuando me vino la nostalgia por las tarjetas de Navidad, esas que de chico hacía con mi mamá para las fiestas de fin de año, y que luego mandábamos por Correos de Chile en la sucursal que estaba al lado del Almac.
Además, por ese entonces tenía varios amigos y amigas estudiando en el extranjero con Becas Chile, y mi amiga Valentina había terminado hace poco su proyecto de título de diseño gráfico con iconografía chilensis (tan buena, que hasta Nano Stern le hizo un trueque). Compré tarjetas navideñas, imprimí y pegué los íconos de la Vale con Stic-fix, y me puse a mandar cachupines transpacíficos y transatlánticos como loco con la siguiente nota en el sobre: “¡OJO! La tarjeta viene con un cachipún. Elige tu jugada antes de abrir el sobre”. La recepción fue tan buena que lo sigo haciendo hasta el día de hoy. Este año he mandado alrededor de 40.
Así que bueno, ahí la dejo, nunca es tarde para revivir una linda tradición casi olvidada, y tanto mejor si además le agregamos un elemento lúdico. Le mando un cachipún por correo a las primeras tres personas que se manifiesten con su nombre y dirección a cartas@fintual.com con el asunto “Cachipún postal”.


Flash Cívico
1 jugador. Edad recomendada: a partir de 18 años.
Para terminar, este juego me lo inventé hace mushosaños, y ya que el domingo hay elecciones, esta es la ocasión perfecta para compartirlo con el mundo. El juego consiste en votar lo más rápido posible, con el fin de meter los votos en la urna antes de que los vocales de mesa terminen de tomarle los datos a la persona que está detrás de uno en fila. Es crucial para el éxito de la misión aprenderse de memoria las papeletas, e internalizar que el voto se dobla de izquierda a derecha y de abajo pa’ arriba. Para darme más color, voy a votar con una polera del mismísimo Flash. Una vez fui especialmente veloz y la vocal a cargo me dijo “uy, qué rápido”. Yo le hice una doble levantada de cejas y apunté a mi polera con un dedo. Risas.
Recomiendo este juego, es pura adrenalina y acorta los tiempos de espera.
Felices fiestas, y que gane el más mejol (: 🪨📃✂️