En el marco de los 50 años del Golpe de Estado, TVN trae una miniserie histórica que debimos haber hecho antes. Ahora sí parece haber llegado el momento. Chile se ha consagrado audiovisualmente los últimos años y, creando una coproducción con España y Argentina y juntando a un elenco lleno de estrellas televisivas, trae a las pantallas Los mil días de Allende.
La historia se centra, como dice el título, en el período en que el presidente socialista asumió el cargo más alto del país hasta que fue interrumpido por el Golpe de Estado. A través de cuatro capítulos que se exhibirán en septiembre, la serie protagonizada por Alfredo Castro realza la figura de Salvador Allende y se suma a los hitos conmemorativos que nuestro país hace para recordar el momento más oscuro de nuestra historia reciente.
El primero de los mil días
Basada en el libro Allende y la experiencia chilena: Las armas de la política de Joan Garcés, el primer capítulo de la serie se exhibió el jueves 7 de septiembre por TVN y encuentra a Allende terminando su cuarta campaña presidencial.
Con tono solemne, la serie aborda a un Allende carismático desde la perspectiva de un joven español que está haciendo su tesis doctoral y busca acompañarlo. Esta es quizás la decisión más controversial de todas, la de utilizar la voz en off y perspectiva de un extranjero para adentrarnos en la historia. Se explica con el involucramiento de España en la producción, además de que el libro en que está basada la serie es realmente de un español que sirvió de asesor del expresidente.
En el primer capítulo, Allende es finalmente elegido, pero tiene que convencer a una serie de actores de que lo ratifiquen. El clima político es tenso, hay gente que asocia la Unidad Popular con su miedo soviético y la violencia empieza a escalar lentamente. Incluso si Allende pudiese llevar a cabo un gobierno que empoderara a la clase obrera, la ilusión se encontraría con resistencia.
Podría ser una serie de intriga política si no fuera por la ironía dramática de saber cómo todo se termina. Pero, si no sabes cómo es que ocurrió la historia –y la serie está bien investigada, por lo que de seguro hay pasajes y detalles que pueden sorprender–, estás de suerte. Porque Los mil días de Allende es bastante clara e incluso didáctica en su tratamiento. Explica desde el tablero de ajedrez que conformaban los partidos políticos de la época hasta su sistema electoral, y al menos el primer capítulo peca un poco de expositivo.
Es común en pilotos, especialmente aquellos que abordan hechos reales, históricos y además políticos. Necesitan sentar claramente las bases para poder mover las piezas del tablero después. Además, muchos agradecerán que se sacrifique dramatismo por precisión histórica, más aún esta semana, y los más adherentes se emocionarán escuchando las reproducciones de los discursos de Allende (y disfrutarán un par de palos que la serie le tira a Aylwin y la DC).
Una superproducción histórica: el reparto de los mil días de Allende
Contar esta historia en este formato era otra más de nuestras deudas, pero Los mil días de Allende parece querer saldarla en grande. Por un lado, tenemos a un elenco amplio y famoso que incluye a Aline Kuppenheim (como Hortensia Bussi, la esposa del expresidente), Daniel Alcaíno como Pinochet, Benjamín Vicuña (haciendo de Fidel Castro, quien aún no aparece) y otros como Marcial Tagle, Néstor Cantillana, Susana Hidalgo, Héctor Morales y Francisca Gavilán. Toas, toas, toas.
Y las grabaciones se llevaron a cabo en distintos lugares emblemáticos de Santiago, partiendo por la Moneda, el Congreso de la Nación y un par de viviendas donde Allende vivió en los 70. TVN dispuso estudios de más de 1km de metros cuadrados para albergar una producción que recreó utilería, vestuario y locaciones, buscando la mayor precisión histórica posible.
Y, por último, no se puede dejar de mencionar el trabajo de maquillaje de Alfredo Castro. El actor saltó con gusto a la posibilidad de interpretar a Allende, pero advirtió desde el principio que no se parecía en nada al exmandatario. Después de meses de pruebas de prótesis, un equipo de maquilladoras dio con la manera de asemejar el actor al ícono. Alfredo Castro se sometió a tres horas de maquillaje cada día de grabación para dar con el look necesario.
¿Dónde ver Los mil días de Allende?
La plataforma Riivi fue la primera en estrenarla, pero los tres capítulos restantes se emitirán cada jueves por la noche en TVN.
Nota de riesgo: lamentablemente, a cincuenta años del Golpe, parecemos estar más divididos y lejos de un consenso que antes. El clima en Chile ha estado álgido y la derecha, a la defensiva. Mientras no nos comprometemos transversalmente a condenar lo ocurrido y buscar reparación y justicia, obras como Los mil días de Allende seguirán siendo riesgosas, tildadas de sesgadas y desestimadas por gran parte de la población que ni siquiera se molestarán en verla.