Después de un paso por el tipo de cinearte sensorial y elegante que lo definió con películas como Yo soy el amor y Cegados por el sol, Luca Guadagnino se volvió internacionalmente conocido con la cinta de amor Call me by your name. Tras incursionar en el horror con el perturbador remake de Suspiria, ¿quién iba a pensar que hacía falta una historia de caníbales para sacar a relucir su lado más tierno?
Hasta los huesos (Bones and All) sigue a Maren (Taylor Russell, si vieron Waves seguro la recuerdan), una adolescente con impulsos caníbales que la han llevado a ella y a su padre a cambiar de ciudad y de identidad repetidas veces. Sin saber cómo reaccionar a la condición de su hija, el padre la abandona y Maren se queda sola con poco más que un cassette con explicaciones vacías y un certificado de nacimiento con el nombre de su madre biológica.
Así, la chica se aventura en un viaje por carretera por un desolado Estados Unidos ochentero de pueblos pequeños y personajes extraños. Un recorrido deambulante por distintos estados que muestran la parte menos glamorosa y más olvidada del país, mientras busca a su madre y con ella la esperanza de conseguir pistas sobre su identidad.
En este viaje conoce a otros “devoradores”: personas como ella que han armado sus propios códigos para sobrevivir satisfaciendo sus necesidades. Y así conoce a Lee (Timothée Chalamet), otro joven sin norte que comparte el hambre de Maren y mata extraños para sobrevivir. Viajan juntos y, si ella alguna vez pensó que tendría que suprimir sus impulsos, con Lee siente que puede ser ella misma y entregarse al deseo. Con toda la intensidad del primer amor.
Maren y Lee continúan este viaje interestatal a través de campos, ferias y carreteras, episodios violentos y tenebrosos, pero también sensibles y románticos. Hasta los huesos mezcla géneros con una facilidad y coherencia admirables, creando una película de terror gore que dentro esconde una historia de amor adolescente. Todo unido por la sencillez y la melancolía. Un drama que entre paisajes bucólicos explora sentimientos inocentes entre una pareja que de vez en cuando engulle el estómago de un vagabundo muerto. Porque no pueden evitarlo. Así se siente encontrar a tu alma gemela.
Nota de riesgo: Un tratamiento inesperado por decir lo menos, que en teoría no tendría cómo funcionar. Pero la química entre Taylor Russell y Timothée Chalamet, y la claridad de la visión de Guadagnino hacen que mágicamente todo cuaje. Lo que no deja de ser muy arriesgado.