Acá en Fintualist comentamos estrenos, de cualquier lugar del mundo, que llegan a cines o a las plataformas más accesibles. Pero también nos gusta enfocarnos en el cine chileno. Lejos de caer en responsabilizar a la gente por “no apoyar el cine nacional” (que sí, lo necesita y es importante), creemos más en visibilizar pequeñas creaciones que tal vez no tienen tanta exposición y además pueden ser interesantes.
El cine abre ventanitas a distintas vidas, y en el caso de la filmografía nacional, nos ayuda a completar un panorama tan diverso como nuestro territorio y a conocer quiénes lo habitan y cuáles son sus historias. Por ejemplo, ¿habías pensado alguna vez en las comunidades ufológicas del norte? Yo tampoco; pero existen y el documental Espacio Desierto, nos adentra en una de ellas.
En esta película conocemos a Leonel Codoceo, un hombre afable y tranquilo que trabaja como guardia de seguridad para una empresa minera. Vive en Copiapó, ciudad situada en el desierto de Atacama, que como sabemos es el espacio más seco del mundo y lugar al que muchos acuden a ver las estrellas.
Leonel es uno de ellos. Aunque empezó interesándose por los aviones en un trabajo en el aeropuerto, su atención rápidamente incluyó las otras cosas que veía en el cielo. Se fascinó por los OVNIs, al punto de dedicarse a grabar el cielo con una cámara y compilar sus registros. También pasa sus días juntándose con otros aficionados, con quienes revisa los archivos y comenta sus descubrimientos.
Más que creer o no creer
Este grupo de personas aprovechan el lugar privilegiado donde se encuentran, que tiene los cielos más despejados y donde en 1868 se registró el primer avistamiento OVNI de la era moderna. Lo interesante de su postura es que no están intentando probarle al mundo que la vida extraterrestre existe. No pierden el tiempo en demostrar la autenticidad de sus registros. Lo que hacen más bien es reflexionar en torno a la existencia de estos seres que no quieren ser vistos, pues saben que no los recibiríamos bien.
Leonel sabe que este tipo de encuentros nos producen miedo y que seguramente no estamos preparados para indagar en ellos como sociedad. Pero él sí siente esta conexión con el espacio. Y pasa varias noches mirando al cielo intentando encontrar algo. Las personas con quienes comparte esta afición tienen sus propias historias y motivos para interesarse en lo desconocido, y el grupo completo se está preparando para una vigilia importante donde esperan hacer contacto.
No solo se trata de toparse con una nave espacial —que muchos afirman que les ha pasado— sino de entrar en el estado meditativo que provoca el estar en el desierto, solos, en la noche, a la merced de algo superior que puede o no aparecer.
Espacio Desierto es un documental para ver en pantalla grande
Con más de 5 años de gestión, el director Yerko Ravlic se adjudicó varios fondos para la preparación y difusión de este documental. Ahora espera que la gente lo vaya a ver al cine. La película tiene una fotografía notable, con muchas tomas nocturnas del desierto atacameño y del cielo estrellado. Con la ayuda de los ritmos pausados propios de su corte observacional y de una banda sonora envolvente, Espacio Desierto es una experiencia en la que sería fácil sumergirse en la pantalla grande.
Someterse a ella y escuchar las reflexiones de sus agradables personajes es justamente lo que resaltaba al comienzo: lo importante que es dejarnos llevar por experiencias distintas a las nuestras, pero que ocurren en nuestro mismo territorio. Ufólogos en el norte de Chile, algo que no tenías idea que existía, pero que ahora puedes decir que conoces y entiendes.
Nota de riesgo: se adentra en algo muy específico, pero el documental es bastante clásico. Lo rescatable, a diferencia de muchas películas de OVNIs, es que no intenta convencer ni demostrarte nada, sino compartir una visión de mundo. Conservador.