Recordamos el fenómeno que fue Game of Thrones. Estuvimos ahí. Aquellos domingos donde la ciudad parecía vaciarse para albergar grupos de amigos frente a la tele y en los que la gente evitaba Twitter y las redes sociales por miedo a los spoilers.
Fue el más reciente fenómeno televisivo masivo y uno de los más grandes de la historia, una superproducción de 8 temporadas, que llegaron a costar 100 millones de dólares (la serie más cara hasta la fecha) y que ganó 59 Emmys, más que cualquier otra serie de ficción.
A más de tres años de su episodio final, HBO estrena House of the Dragon, el spin-off que nos devuelve a Westeros, años antes de los eventos de Game of Thrones.
King’s Landing, 172 años atrás
No se preocupen los pocos que no han visto GoT, no es necesario familiarizarse con esa serie para poder disfrutar esta. Basada en Fire & Blood de George R.R. Martin, House of the Dragon reduce la escala de Game of Thrones -por ahora- para centrarse en la casa Targaryen.
Daemon Targaryen
El Rey Viserys anhela por sobre todo un hijo varón para heredarle el Trono, omitiendo a los otros posibles candidatos: su visceral hermano Daemon, irresponsable a ojos de todos, y su hija adolescente Rhaenyra, hábil domadora de dragones que se rehúsa a cumplir el impuesto rol femenino de vientre y poco más.
Se delinean también otros personajes con potencial para complicar las cosas (si es que la serie no los mata primero, recordemos que todo puede pasar): una Mano del Rey más sospechosa que antes, una Reina Que No Fue con motivos de sobra para hacer su jugada y la amenaza aún no vista de todas las fuerzas fuera del universo encerrado que se nos presenta hasta ahora.
Cuando el Rey no obtiene su heredero hombre, se abre el juego para todos los aspirantes al trono. Y en este primer capítulo ya hay muertes desgarradoras, giros sorpresivos, personajes prometedores y un par de traiciones. Sin ánimos de spoilear, diremos que el equipo detrás de House of the Dragon aprendió un par de cosas tras su paso por Game of Thrones.
La escena más perturbadora de House of the Dragon
⚠️ esta escena tiene un spoiler, para seguir leyendo haz click acá si no te importa o si ya viste el capítulo
A pesar de que el capítulo tuvo un degollamiento, una orgía y un dragón quemando un par de cadáveres, la escena que más terminó comentando la gente fue otra. Cuando el trabajo de parto de la reina Aemma se complica, su vida corre peligro. Se le anuncia al rey que tiene que tomar una decisión: o la reina o su heredero. Y así es como rápidamente proceden a abrir a la mujer para extraer al bebé.
Entre la sangre y los gritos de una mujer que definitivamente no autorizó este procedimiento, el hijo nace, pero la reina muere.
Muchas mujeres encontraron la escena gratuita y misógina, otro ejemplo de cómo se usa el sufrimiento de personajes femeninos para avanzar una historia. Los creadores de la serie, conscientes del riesgo, testearon la secuencia con grupos de mujeres que no tuvieron reparo con lo mostrado. Aun así, se abrió un debate respecto al tipo de advertencias que debería incluir la serie antes de su emisión. Quizás no todas las personas -y menos las embarazadas- quieran ver algo así.
El director del capítulo, Miguel Sapochnik, dijo que quería ser fiel a la época medieval mostrando la violencia que llegaban a sufrir las mujeres. La misma reina momentos antes le explicaba a su hija que la cama del parto es el campo de batalla que les corresponde.
Ciertamente la serie buscaba shockear desde el primer capítulo y lo lograron. El parto de la reina se convirtió en el momento más comentado del capítulo.
Un drama familiar que promete una guerra generacional
Vuelve a haber aquí una disputa por el poder, lo que hace que los personajes empiecen a mover sus piezas de ajedrez en este nuevo tablero. Y sí, puede haber sangre, sexo y dragones, pero ese espectáculo está contenido dentro de las motivaciones y objetivos de personajes estrategas, las alianzas que formarán y lo rápido que tendrán que tomar decisiones y reaccionar.
Si hablamos de una escala reducida es porque el conflicto pareciera que va a jugarse dentro de las maquinaciones mentales de esta pelea por la sucesión (HBO sabe bastante de este género). Algo más parecido a una tragedia familiar, pero en la que acecha la amenaza de una guerra que terminará destruyendo un linaje completo.
Y, aunque aún sus personajes no se sientan icónicos todavía, la serie promete poner el foco en los roles que el género y la raza jugaban en esa época, algo que podría ayudar a House of the Dragon a sentirse más fresca. Porque hasta ahora su estilo visual y decisiones temáticas parecen no alejarse tanto de su predecesora, lo que es una decisión quizás inteligente para partir enganchando a la gigante fanaticada, pero que deberá renovarse si la serie quiere pararse por sí sola.
Con solo un capítulo exhibido, hay mucho que no sabemos pero bastante que podemos especular. Por ahora, sabemos que House of the Dragon se convirtió en el estreno más visto en la historia de HBO, así que captó la atención de la gente.
La novedad ya no está del lado de esta franquicia, pero con un primer capítulo sólido y una segunda temporada que se anunciará en cualquier momento, la precuela tiene espacio para desarrollarse. Seguramente no alcanzará el éxito de Game of Thrones (¿cuántas series sí lo hacen?), pero ojalá pueda honrar su legado al punto de lograr que dejemos las comparaciones.
Y quizás no termine vaciando ciudades los domingos por la noche, pero la promesa de continuar la conversación en torno a un producto fantástico por una nueva década es a lo menos impresionante.
Nota de riesgo:
Está difícil. Por un lado era una apuesta arriesgada complacer a la gente con algo que iba a estar bajo este nivel de escrutinio y con expectativas tan altas. Por otro lado, ¿la decisión de continuar la serie más exitosa del último tiempo? Esa no hay que pensarla tanto. Moderada.