Todos lo están tomando. Parece una frase sacada de una película, pero ese fue el mensaje que nos mandó una persona que prefiere mantenerse anónima. Con esa persona siempre hablamos del mundo startup, cripto e innovación, así que pensamos que nos contaría sobre alguna droga para pasar despierto más tiempo o concentrarse en el trabajo. ¿Qué están tomando?, le preguntamos de vuelta. Ozempic, nos contestó, la última moda en el mundo tech para perder peso.
Altos ejecutivos en Silicon Valley, famosos de Hollywood y, obviamente, Elon Musk consumen esta nueva droga:
Doctores en Beverly Hills cuentan que hay fila para conseguir prescripciones. En TikTok es tanto el furor que los pacientes que realmente lo necesitan –los diabéticos tipo 2– están teniendo problemas para encontrarlo en farmacias.
Dónde comenzó este secreto a voces
The Guardian dice que inyectarse semaglutida, el principio activo que tiene Ozempic, es el secreto peor guardado de Hollywood. Y quizás su explosión se puede rastrear a un video del Dr. y youtuber Brad Stanfield que salió el 30 de Mayo del 2021.
El Dr. Stanfield es un divulgador famoso que explica en su canal avances en estudios de longevidad: cómo verse y sentirse más joven, o en otras palabras, cómo acercarse a la vida eterna. Mientras escuchas su video sobre Ozempic, es fácil sentir entusiasmo ante este descubrimiento científico:
Dr. Brad cuenta que combatir la obesidad no solo tiene que ver con voluntad de dejar de consumir calorías y quemarlas con ejercicio, sino con una contradictoria y rebelde batalla hormonal que detalla citando papers científicos. Estos son los puntos claves que explica en su video:
- Una vez que la gente pierde peso, su cuerpo los contradice y pelea para volver a ganar ese peso. Por ejemplo, por cada kilogramo de perdida de peso, el cuerpo quema menos calorías, aproximadamente 20 o 30 menos. En cambio, el apetito aumenta por aproximadamente 100 calorías por día. Por eso es más difícil perder peso y mantener esa pérdida en el largo plazo.
- La típica respuesta de pacientes es que se sienten flojos, y se culpan a sí mismos por no bajar de peso. Pero el antagonista son las hormonas.
- Como hay un desbalance hormonal, ha resurgido la moda de las dietas de alimentos bajos en carbohidratos y altos en grasa, que da vuelta esa rebeldía hormonal que quiere pelear contra la pérdida de peso. Pero no ha funcionado en el largo plazo. Y solo se baja un 5% o 10% del peso. Eso es una pista de que para pelear contra la obesidad se necesita algún tipo de ayuda adicional.
Y sin haber estado diseñado para eso, entra al mercado este remedio para diabéticos tipo 2. Como la atractiva historia del Viagra, que originalmente estaba pensado para reducir el dolor de pecho, pero tenía el efecto secundario de causar erecciones que duraban muchas horas.
En el caso de la semaglutida, uno de sus efectos secundarios más grandes es que te hace bajar de peso y reduce los problemas al corazón. Esto es clave porque otros fármacos para adelgazar lo que hacían era aumentar riesgos cardiacos. El optimismo rebosa en Dr. Brad cuando dice que siente que por fin estamos adentrándonos al terreno de poder pelear contra la obesidad de forma eficiente.
Su alegría es tal, que incluso un comentarista de Youtube dijo que le parecía muy simpático el Dr.
Qué es Ozempic, para qué sirve y su cronología en detalle
La versión inyectable de la semaglutida se llama Ozempic y fue aprobada por la FDA en 2017 para diabéticos tipo 2. En 2021 fue aprobada una versión más fuerte bajo el nombre de marca Wegovy. La diferencia es que esta marca sí se puede recetar a personas no diabéticas para combatir la obesidad o simplemente bajar unos kilos rápido. De ahí en más solo bastó un boca a boca entre médicos divulgadores como el Dr. Brad, actores, millonarios y celebridades, para que se convirtiera en la última moda. Hasta el jingle de la tele gringa es pegajoso: oh oh oh, ozeeeempic.
¿Cómo funciona esta innovación? El Wall Street Journal, el New York Times, The Guardian y la misma página de Ozempic lo explican de la misma manera: además de bajar los niveles de azúcar y regular la secreción de insulina, Ozempic imita una hormona que produce naturalmente nuestro intestino (GLP-1). Esta hormona inhibe el apetito porque le dice al estómago se vacíe más lento y por eso el cuerpo se siente lleno durante más horas. Listo, adiós ganas de comer.
La comida que antes te hacía agua la boca, ahora te provoca rechazo por sentir que estás satisfecho. Para intentar imaginar el sentimiento, recordamos esa expresión que se dice después de comer mucho: quedó triste. Algunos pacientes incluso cuentan que con solo imaginar sus comidas favoritas les vienen unos espasmos de náusea, ¿pero es tan así?
El doctor Ghiyam, que tiene un spa médico en el condado de Ventura, California, fue entrevistado por The Guardian el 9 de Enero. Y su visión trata de alejarse de estas descripciones que suenan terroríficas: cuenta que no ve nada ominoso en este tratamiento. Que todavía puedes disfrutar tus comidas favoritas, pero en menos cantidad, y que la aversión inicial pasa una vez que te acostumbras y vas entrenándote para reemplazar algunos alimentos por otros más saludables que no te hagan sentir tan lleno. Después, en teoría, ya no vas a necesitar la inyección: tu mente va a asociar la nueva y baja cantidad de comida con algo agradable, y la comida alta en grasas, con rechazo. Así, de forma casi automática vas a mantener los nuevos hábitos para comer. The Guardian, muy ingeniosamente, aunque con un dejo de pesimismo, cita el experimento que hace Pavlov en 1927 con reflejos condicionados en perros.
Una versión más oscura y extrema del experimento de Pavlov es el tratamiento que se le hace al protagonista de la Naranja Mecánica. A Alex lo amarran y le prohíben pestañear mientras le pasan videos para lograr que cualquier tipo de violencia le genere repulsión. De ahí nace el sobrenombre de "La naranja mecánica para la comida chatarra" que ha recibido este tratamiento en foodprocessing.com y en el mismo artículo de The Guardian, que se pone cada vez más oscuro. Al alejarte de la comida por producirte rechazo, interpretan que el tratamiento es “la realización química de la mayor fantasía de psicólogos conductistas. Un desorden alimenticio empaquetado en una inyección” .
En cambio, los más optimistas usan el término biohacking: una experimentación biológica versión hágalo-usted-mismo que te ayuda a hackear tu propio cuerpo para mejorarlo, usando herramientas que en un principio no estaban diseñadas para eso.
¿Cuáles son los efectos secundarios del fármaco Ozempic?
Según el propio Elon, Ozempic te provoca unos reflujos con olor a podredumbre bien fuertes. Los otros efectos secundarios incluyen desde diarrea hasta deshidratación.
Pero los famosos que se están inyectando Ozempic lo hacen en exclusivas clínicas-spa que monitorean a los pacientes, por lo que pueden atajar estos efectos secundarios. La gente común y corriente la tiene un poco más difícil pero se monitorean en el Subrreddit de Ozempic, con más de 15.600 miembros que buscan apoyo a tiempo real para lidiar con los efectos buenos y malos.
¿Y en Chile cómo ha sido la reacción?
Existe un canal donde se reúnen varias startups de tecnología en el que se discute el biohacking y estudios de longevidad. Ahí fuimos a ver si conocían de casos locales y cómo percibían el tratamiento. Ellos fueron los primeros en darnos pistas de que hay gente en Chile que ya lo consume, además de compartir el mismo video del Dr. Brad Stanfield.
Motivados por esta ola de interés, preguntamos hasta que conseguimos distintos testimonios de primera mano:
Dos programadores que prefirieron mantener el anonimato dijeron que casi no tenían efectos secundarios, simplemente los ayudaba a moderarse en las porciones. Uno bajó 12 kilos en 2 meses y el otro 10 kilos en tres meses. Los efectos secundarios que reportan es que con comidas grasosas se gatillan diarreas y el mismo efecto de reflujos que decía Elon Musk. Uno de los programadores declaró que “es el terrible buen hack, no he tenido que preocuparme por nada”.
La historia de Nico, diseñador UX de 32 años, fue muy distinta. Fue a una ginécologa y la doctora le recomendó el remedio con el entusiasmo de estar frente a una innovación científica. Un optimismo parecido al del Dr. Brad Stanfield. Incluso que ella misma ya había probado y le había hecho bien. Pero Nico nos contó que le quedó dando vueltas una duda: ¿por qué le recomendaban algo para que en un principio había sido pensado para diabéticos cuando ella no tenía ese diagnóstico?
Nico nos explicó que la inyección del Ozempic tiene distintas dosificaciones, que van subiendo hasta que se acaba la pipeta. Otra cosa que le llamó la atención es que le recomendaran este experimento que es tan caro: en Salcobrand se puede encontrar a un poco más de 150.000 pesos.
Luego se asustó y se puso a investigar en Reddit y le pareció que la dosis de semaglutida en Ozempic era muy alta, sobre todo para personas que no tienen diabetes. Ahí desistió de tomarlo, también desmotivada por el testimonio de una amiga cercana que a la primera dosis tuvo náuseas, y dolores de cabeza muy fuertes. Trató de persistir pero solo logró llegar a la segunda dosis producto del malestar.
Como Nico, que considera que hay que ser cuidadoso en recetar un medicamento para diabéticos a personas que no lo son, hay médicos que advierten que el uso diferente del tratamiento, este famoso hack, puede tener efectos secundarios indeseados como la pérdida de masa corporal.
Pero el testimonio más llamativo que recibimos fue de una señora de 57 años. Curiosamente había tolerado muy bien el medicamento, a pesar de la edad. Bajó 3 kilos en un mes, no sintió nada diferente, se lo recetaron para bajar de peso pero igual le dijeron que partió como un remedio para diabéticos. Y nos dijo que ya no sentía felicidad por la comida.
Cuando el sobrepeso no está al nivel de perjudicar tu salud, ¿valdrá la pena eliminar sentirse como niño acelerado por el azúcar un domingo en la mañana viendo dibujos animados sin querer que se acabe el día? ¿O quizás es mejor asumir que somos adultos, y borrar cualquier felicidad que sea ingenua e inútil para deshacernos de ese ruido?
Eso sí, hay algo en lo que le encontramos razón a la persona que nos sugirió escribir sobre esto. Nos comentó que la prensa ha enjuiciado fuertemente las decisiones de las personas que toman este tratamiento. No por nada la mayoría de los que dieron sus testimonios nos pidieron encarecidamente mantenerse anónimos. Las opiniones moralistas aparecen subliminales en todos los escritos en prensa que recorrimos investigando esta droga, más allá de la preocupación genuina por el malestar de los efectos secundarios en algunas personas. Es raro lo fácil que se les dio a los periodistas manifestar sus opiniones escandalizadas sobre un asunto tan complejo, sobre todo cuando en el mismo Subrreddit de Ozempic tamibién se encuentran testimonios esperanzadores como este:
¿Tienes alguna historia con Ozempic? Quieres contarnos tu testimonio o reflexión al respecto? Escríbenos a cartas@fintual.com