En el post anterior les conté cómo se había gestado el registro del gato andino en la cordillera de Santiago, y de los planes que teníamos para responder todas las preguntas que nos surgieron con este registro. Es que estos descubrimientos, más que responder preguntas, no hacen más que llenarnos la cabeza con ellas, y en el proceso de responderlas está lo realmente apasionante.
Y para poder responderlas, primero había que instalar más cámaras trampas. Muchas más.
Queríamos saber todo sobre estos gatos: qué comen, cuántos hay, por dónde se mueven, en qué lugares en específico de la cordillera de Santiago están presentes, y muchas, muchas cosas más.
Esto significó un gran esfuerzo. Subimos el cerro cada 15 días durante todo el año y tuvimos que comprar equipos caros. Pero el mayor esfuerzo era mental: mis pensamientos estaban allá arriba en la cordillera, la mayor parte del tiempo. Casi una obsesión.
Toda la investigación sobre el gato andino está muy concentrada en el altiplano, así que cualquier información que pudiéramos generar era algo totalmente nuevo y de gran ayuda para conservar a un animal en peligro de extinción. Con el tiempo fuimos aprendiendo muchas cosas sobre estos gatos santiaguinos: descubrimos que ocupan los frangeles para hacer sus marcas de territorio y a reconocer esas marcas; que en la zona hay un gran macho dominante que camina muy relajado, mientras otras hembras que pasan por ahí mismo lo hacen a toda velocidad; que están en varios puntos de la cordillera de Santiago; que se alimentan de vizcachas y otros roedores como el ratón orejudo y que además del gato andino habita el gato colocolo (un pariente cercano) y el zorro culpeo.
Otra cosa que aprendimos es que hay un punto en específico en donde usualmente pasan los gatos a orinar para marcar el territorio. Tenemos decenas de videos en este lugar. A veces pasaba una hembra y poco tiempo después pasaba el macho muy curioso oliendo la orina de la hembra. ¿Será que podían tener cachorros? La idea parecía demasiado optimista: hay poquisimos registros de gato andino con cachorros, y menos probable aún es registrar esto al lado de una gran ciudad. De hecho, hay tan pocos registros que no se sabe cuánto tiempo los cachorros están con la madre antes de independizarse. Hay mucho por conocer de este gato.
Cada vez que subimos a revisar las cámaras, exploramos nuevas zonas, instalamos más cámaras y mejoramos levemente el encuadre de las ya instaladas. Una de las fotografías que queríamos captar era de un gato andino en que se viera la ciudad de fondo. No es lo mismo que te cuenten que hay gatos andinos al lado de Santiago que verlo con tus propios ojos en una foto.
Nuestra capacidad de ir conociendo a esta población de gatos ha ido aumentando rápidamente y mientras leen esto, hay unas 20 cámaras registrando la fauna de la zona 24/7, sin parar. A poco andar empezamos a registrar videos de una hembra haciendo llamados muy curiosos, mirando hacia unas rocas, que para nosotros eran imposible de escalar de forma segura. Así que nos limitamos a instalar cámaras en los accesos a esa zona para descubrir que estaba pasando.
La siguiente revisión fue en diciembre de 2021. Subimos al cerro como muchas otras veces pero esta vez nos encontramos con una sorpresa: una pequeña, peluda y hermosísima sorpresa:
Este registro es de los pocos videos que hay de gato andino con cachorro, y que sepamos es el registro en mejor calidad que alguna vez se haya grabado. ¡Y todo al lado de Santiago! Este hermoso cachorro fue grabado por las cámaras unas 4 veces, siempre muy pegado a su madre, jugando, corriendo por las rocas, un poco torpe aún pero con un entusiasmo por conocer su ambiente propio de los cachorros de todas especies.
Si este proyecto ya estaba siendo algo apasionante, ahora con un cachorro se transformaba en algo absolutamente mágico y aún más emocionante. Queríamos tener toda la información posible de ese pequeño y hermoso ser que había nacido hace solo un par de meses. Pusimos, una vez más, otras cámaras y nos preparamos para gozar viendo videos del cachorro cada vez más grande.
Sin embargo, no todo se da como uno espera. Subimos muchas otras veces a revisar las cámaras y no vimos a la hembra ni a su cachorro. ¿Quizás se habían ido a otro lugar? ¿Quizás algo le había pasado al cachorro? Después de todo es muy común en la naturaleza que los cachorros no lleguen a la adultez, hay demasiadas amenazas y sobre todo tan cerca de la ciudad.
Hemos visto que en la zona la gente transita con sus perros sin correa. ¿Qué pasaría si un perro se encuentra de frente con este cachorro de un par de meses? Por eso es muy importante que eviten ir al cerro con perros, y si lo hacen, siempre con correa y por los caminos establecidos.
Si quieren saber qué pasó con el cachorro de gato andino, no pueden perderse el próximo post, donde se concluirá esta serie.