La antropofagia es la costumbre de comer carne humana. Lo que muchos llaman canibalismo –aunque no es lo mismo en estricto rigor–. ¿Y qué tiene que ver esto con el arte?
Todo, básicamente, o por lo menos eso creía el Movimiento Antropofágico, un grupo de vanguardistas brasileños que en los años veinte consideraba que había que devorarse los modelos artísticos europeos para apropiárselos y convertirlos en algo único.
Y si una artista lo logró, esa fue Tarsila do Amaral. En sus pinturas se ve cómo la cultura originaria brasileña se nutre de los modelos vanguardistas europeos (el cubismo, el surrealismo, y todos esos ismos que pululaban por ahí), y que de el contacto nace algo increíble.
¿Un dato random sobre ella? El cráter Amaral, en Mercurio, fue nombrado como homenaje la pintora.