El último cambio grande de diseño que había tenido Fintual fue el 2020, cuando cambiamos el logo. En esa época teníamos alrededor de 24.000 clientes: hoy somos más de 128.000. Por eso sabíamos que era necesario hacer un rediseño grande. Llevarlo a cabo sería salir de la “pubertad de la marca”, dejar atrás ese momento en que creces, pero tus brazos son demasiado largos para tu cuerpo y tu cara todavía no se termina de configurar.
Paul Rand, uno de los íconos más grandes del diseño corporativo, y que probablemente te suena porque creó el famoso logo de IBM, decía que un buen diseño de logotipo te promete una historia, aunque no te la cuenta. Es algo más sinuoso, menos literal.
Te ilusiona con que detrás de ese logo existe un relato. A eso, Rand le sumó que un buen logo además te entrega el placer de poder reconocerlo. Creo que como diseñadores, no existe mayor realización que generar en la gente ese gusto por reconocer un estilo: “Eso es muy Coca-Cola”, “Eso parece como si lo hubiera hecho Apple”, sentir que te puedes reencontrar con la marca incluso en lugares donde no está, porque la recuerdas.
Y en una entrevista sobre cómo era trabajar con Rand, Steve Jobs dijo que él lograba hacer logotipos que son joyas, porque logran ser símbolos que incluso se pueden usar de forma independiente y autónoma, fuera del logo mismo.
Para nosotros, esos tres elementos (placer de reconocimiento, ser un símbolo y prometer una historia) son los que cualquier marca exigente que decide renovar su imagen querría cumplir, y para Fintual era el mínimo. No iba a ser fácil.
El isotipo como símbolo y piezas de un puzzle
Para lograr este rediseño teníamos una muy buena base: nuestro isotipo
El isotipo estaba formado por:
- 1⁄4 de circunferencia que sirve como abstracción del negativo de una curva de crecimiento exponencial, y que nos conecta con los conceptos de inversión y crecimiento.
- Y el círculo marca en su punto central el fin de la curva de crecimiento, simbolizando el momento en que nuestros clientes logran sus metas
Queríamos que esa presencia simbólica del isotipo tomara más fuerza, así que rescatamos las figuras geométricas que la componen y las incorporamos en la estructura de la tipografía del logo:
Pero las figuras no se quedarían ahí: serían las piezas de un puzzle para armar todos los íconos que irían dentro de la aplicación de Fintual, como un alfabeto visual que con elementos mínimos, nos permitiría componer imágenes con distintos niveles de complejidad. Es parecido a un puzzle de disección: un tipo de acertijo donde se divide una figura geométrica determinada en piezas que deben volverse a armar de cierta forma para conseguir otra figura específica.
Algo que nos gusta de los puzzles de disección es que se han usado para comprobar teoremas como el de Pitágoras o el tratado Ostomachion atribuido a Arquímedes, y desde el siglo XIX se popularizaron como una herramienta pedagógica para enseñar matemáticas.
Eso nos hizo sentido: agregarle un aspecto didáctico a algo abstracto y complejo como las finanzas, es algo que también define la identidad de Fintual.
La influencia de Susan Kare para hacer una interfaz amigable
Susan Kare, la creadora de la colección de pictografías más reconocida de la historia de Apple, no solo creó una identidad visual reconocible y simbólica, sino que su biblioteca de íconos se integraba en la interfaz y facilitaba la experiencia del usuario:
Inspirados en su trabajo, nuestra biblioteca de íconos también está hecha para comunicar de forma más eficiente y clara lo que te encuentres en la app:
Se dice que los íconos de Susan Kare fueron una de las tantas inspiraciones para el lenguaje de los emojis, y es fácil ver la relación. Pero tenían una identidad auténtica y que se asociaba unívocamente a Apple, lograba que se reconociera la marca al ver cualquier ícono pixeleado simpático que se le pareciera. Es por eso que nos pareció que lo más inteligente sería alejarnos del aspecto genérico de los emojis en este rediseño, y crear algo propio que eventualmente pudiera generar el pensamiento “eso es muy Fintual”.
Una nueva tipografía complementaria
Siempre hemos manejado la tipografía Poppins en la app porque tiene una geometría simple que facilita la lectura y despliega de forma amigable los números. Pero quisimos agregar una tipografía complementaria, esta misma en la que están leyendo ahora: E.B. Garamond, la famosa tipografía de Fintualist. Esta tipografía que usaba la Gazeta de México, una publicación de 1722 creada para difundir noticias, hoy tiene un gran valor histórico: como explicamos en este post, donde contamos sobre el diseño de Fintualist, a pesar de todos los avances tecnológicos en el desarrollo de las letras, Garamond sigue siendo una de las tipografías más legibles y beneficiosas para la lectura.
Nos parece que esta mezcla de simpleza/eficiencia de Poppins (algo muy propio de nuestra app) se complementa bien con una tipografía clásica que reconoce la importancia de aprender de la historia para entender las inversiones. Por ejemplo, los mercados, a pesar de haber pasado por dos Guerras Mundiales, siempre tienden a crecer y son resilientes como esta tipografía.
Lo que implica un rebranding
Volver a hacer la imagen de una marca (o más conocido en diseño como hacer rebranding), cuando se logra bien, no solo redefine la identidad de esa marca, sino que pasa a ser una filosofía del diseño que permea la conciencia de la empresa y del público. Al menos eso fue lo que dijo el escritor Mark Favermann en la revista Art New England sobre el rediseño de IBM de Rand. Y a lo mejor lo diría sobre el nuestro, si se diera cuenta de que ahora se van a acordar de nosotros cuando vean un puzzle Tangram.
Este trabajo de rebranding se logró gracias a todo el gremio de diseño de Fintual : Alejandra Borge, Eduardo Vázquez, Gibrán García, Javier Esquivel, Pablo Lobos, Paul Guzmán y acá su servidora, Danae Alé.