Twitter está en todos lados estas últimas semanas con su ya casi inminente compra por parte de Elon Musk. Casi inminente, porque falta el ok de los reguladores.
Si bien muchos ven esto con sospechas casi distópicas (la persona más rica del mundo comprando la mayor red de distribución de noticias del planeta), Elon Musk ha dicho que su objetivo es resguardar la libertad de expresión prometiendo acciones como «Vencer a los bots o morir en el intento».
Y qué es un bot?
Un bot se entiende como cualquier cuenta que es administrada por un computador o que opera sin el objetivo de representar la opinión genuina de una persona u organización.
Su uso se da principalmente para manipular el contenido que se distribuye en una red social, ya sea subiendo contenidos (como fake news), aumentando la popularidad de una persona o publicación (follower bots) o masificando el ataque a alguna cuenta (hate bots).
¿Qué tan importante es eliminar a los bots?
En el gráfico se muestra la proporción de bots que siguen a algunas de las principales celebridades de Twitter.
Acá vemos que el problema es masivo. Incluso en el caso de Elon Musk, casi la mitad de sus seguidores son bots.
Superestrellas de las redes sociales como Kim Kardashian (con más de 212 millones de seguidores) pueden tener más de un 30% de seguidores bots. Es más, es probable que si tienes una cuenta de Twitter, ya tengas más de algún seguidor bot. La razón de esto es que para que el bot no sea fácilmente detectable, este trata de hacer cosas que las personas “normales” hacen, como seguir a alguna celebridad, tener un par de “amigos cualquiera”, etc.
¿Y qué tan difícil es el problema?
Extremadamente difícil. De partida identificar un bot no es fácil: la única forma real de saber a ciencia cierta es entrar a la casa de donde se está tuiteando y ver que efectivamente está un computador manejando la cuenta.
Se ha avanzado mucho en el campo del machine learning para poder hacer detecciones masivas de bots. Estos modelos usan elementos como la frecuencia de respuestas (muchos mensajes en muy poco rato o siempre a la misma hora), modelos de red (cuentas conectadas con muchos bots suelen ser bots), tipo de mensaje (mensajes mal traducidos o muy repetidos) o perfiles mal construidos (nombres con muchos números, sin descripción o fotos).
Pero cada día los bots son más sofisticados y también están usando tecnologías como deep fakes para crear contenido cada vez más realista.
Twitter igual intentó ayudar al usuario a detectar bots con las etiquetas de cuentas automatizadas. Si miras un perfil y te sale "Automatizado por", ya sabes que no está una persona por detrás. Aunque es una versión aún beta y no está para todos los bots.
Además, si te interesa ver si una cuenta es bot, existen aplicaciones gratuitas como BotoMeter o SparkToro que corren modelos de detección de bots a tus seguidores.
Así que el problema de los bots puede ser uno de los más difíciles e importantes que le toque resolver a Elon Musk. Esperemos que no muera en el intento.