X-Men ‘97, la mejor serie de Marvel, se hace cargo del subtexto que siempre estuvo ahí

Seguramente te acuerdas de quienes probablemente fueron los primeros X-Men que viste. Los hombres x siempre han estado dando vueltas en el éter, pero esa versión animada colorinche y un poco rudimentaria, con cuerpos súper hegemónicos y acción noventera fue la que empezó todo para quienes no leímos los cómics. Su éxito dio paso a otra serie animada y a las películas que conocemos. 

Ahora la serie fue resucitada con el nombre X-Men ‘97, agregando una nueva temporada a las 5 que se emitieron en los 90. Y adivinen qué, es un buen recordatorio de por qué los X-Men son los mejores superhéroes que tenemos. 

Los superhéroes más políticos que tenemos

Un grupo de mutantes usan sus poderes para proteger a un mundo que los odia y les teme. Esa última parte de la sinopsis es precisamente lo que siempre ha hecho a los X-Men más interesantes que cualquiera de los otros superhéroes. 

Hoy estamos más interesados en las perspectivas de los marginados. Si antes la ficción se salía con la suya sin darse la molestia de representarlos, ahora pareciera haber encontrado un montón de material en las experiencias de minorías sexuales, raciales o de cualquier clase. Y los X-Men, un grupo de parias que recurren los unos a los otros para formar una comunidad, son una metáfora perfecta para ellos.

En las películas se hacía la analogía directamente entre un mutante que tenía que contarles a sus padres sobre sus poderes y una salida del clóset.

Pero dentro de la misma comunidad, hay visiones distintas sobre qué deberían perseguir. El famoso Charles Xavier cree en la integración pacífica de los mutantes en el mundo. El villano Magneto no es tan ingenuo y piensa que rogar la aceptación es degradante e imposible. Esto fractura a un grupo que sería más poderoso unido y que sigue perdiendo terreno contra una mayoría intolerante.

Y todo ese contexto continúa en X-Men ‘97, desde que en el primer capítulo un mutante explica que “(he) was born this way” hasta la construcción de una isla solo para mutantes donde puedan vivir libres de prejuicio. Es interesante el conflicto: ¿tomas represalias con quienes te marginaron, te marginas aún más, o insistes en el camino de la integración aunque seas diferente?

En un escenario donde las películas de superhéroe abundan pero justamente fallan al encarnar un conservadurismo casi militar en su intento de ser apolítico, el poder hacer paralelos con el mundo real se agradece, complejiza la historia y nos interpela más directamente.  

Un lugar seguro para fanáticos y outsiders

Beau DeMayo, el showrunner, creció viendo la serie original. Como muchos, se identificó con el subtexto mutante. Como hombre gay negro y adoptado por una familia blanca en una región conservadora, quería llevar su experiencia como outsider a la serie. Pero también sus esfuerzos por pertenecer. 

Todos tenemos un Magneto dentro y todos tenemos un Charles Xavier. Una parte que quiere quemarlo todo y una que quiere encontrar un compromiso y construir. 

Como muchos de los que crecimos viendo la serie original, los X-Men han sido sacudidos por las realidades de un mundo adulto e inseguro. La vida les ha arrollado. Y ahora, como nosotros hicimos, tienen que decidir a qué partes de ellos se aferrarán y cuáles dejarán ir.

Sin caer en spoilers, el último capítulo emitido ve cómo un lugar seguro para la comunidad de mutantes se ve afectado. Para DeMayo eso hablaba directamente del presente. Citó la masacre en la discoteca LGBT Pulse en Florida, en la que un terrorista asesinó a 49 personas en un tiroteo, como un hecho que dialoga con el mensaje de la serie.

Yo iba de fiesta a Pulse. Era mi club. Tengo muchos recuerdos maravillosos de su increíble salón blanco. Era un espacio seguro para mí y cualquiera como yo para bailar y ser libre. Pensé mucho sobre esto preparando esta temporada y este episodio, y cómo la comunidad gay de Orlando pudo sanar después de lo que ocurrió.

Y los fans están más que conformes, llamando el episodio 5 el mejor momento de la franquicia en cualquiera de sus versiones audiovisuales. Es un capítulo muy ambicioso, muy impactante y ojalá que te esté convenciendo de darle una oportunidad a la serie para que puedas verlo. 

A Marvel le había ido más o menos con sus series. Por cada WandaVision y Loki que triunfaban, también tenían cosas llamadas Secret Invasion y Echo, a las que nadie les puso mucha atención. Con X-Men 97, encontraron su serie más valorada, con la mejor crítica hasta el momento, un éxito de audiencia y la que ha sido llamada la gran consagración de Marvel Animation.

Y lo lograron haciéndose cargo del potencial de sus superhéroes más interesantes, poniéndolos en pantalla en un momento en que parecen dialogar con las inquietudes de la gente. 

¿Dónde verla? 

Cada miércoles se estrena un nuevo episodio por Disney Plus. Hasta el momento han salido 5 (de una temporada de 10) y ya se confirmó una segunda temporada.

Nota de riesgo: insisto en que lo más interesante de X-Men es el hacer paralelos con lo que ocurre hoy en día en el mundo y cómo lo extrapolamos a los eventos que observamos. En ese sentido, es un troyano poderoso que tiene la capacidad de educar críticamente a jóvenes y por eso puede ser arriesgado, aunque sea entretenimiento para toda la familia.

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