Visión de mercados 2023: las (no tan) nuevas reglas del juego

En los mercados existen años fáciles y años complejos, y no sueles percatarte de lo fácil que fue un periodo hasta que llegan las dificultades. El 2022 fue sin duda un año difícil: la carrera acelerada por frenar la inflación mediante una contracción monetaria coordinada a nivel global arrastró casi a la totalidad de los activos de riesgo y largo plazo a terrenos negativos, dejando la “facilidad” del 2021 y la recuperación pospandemia como un recuerdo. Sin embargo, vemos que estos ajustes han sido exitosos en llevar a la economía y los mercados a un mayor equilibrio, alejado de los excesos recientes, y de vuelta a las reglas de siempre.

A medida que nos adentramos en 2023, se empieza a ver la luz al final del túnel: después de una larga batalla, la inflación ha comenzado a descender en varios países, de la mano de un menor estrés en la cadena global de suministros y la caída en los precios de materias primas.

Fuente: Elaboración propia con datos de Macrobond

El proceso de desinflación debería continuar por el resto del año. Esto significa que el alza global de tasas está cerca de concluir. De hecho, algunos de los países que subieron sus tasas más oportunamente, como Brasil y Chile, ya completaron el ajuste, es decir, no deberían continuar subiendo sus tasas. Y aunque en varios países, sobre todo las economías desarrolladas, el ciclo de alzas aún no concluye, la mayor parte del ajuste ya sucedió.

Fuente: Elaboración propia con datos de Bloomberg‌ ‌

Esto no significa que este año todo va a ser miel sobre hojuelas; hay varios frentes que podrían dar que hablar. La profundidad de la desaceleración económica y sus repercusiones, la evolución del conflicto entre Rusia y Ucrania, y como la reapertura de China repercutirá en el resto del mundo, siguen siendo signos de interrogación que nos acompañarán durante el año.

Y, como en cualquier carrera, los últimos kilómetros suelen ser difíciles. El impacto de las mayores tasas en el crecimiento se verá de lleno en 2023, y en este contexto, el freno a la actividad económica seguramente va a continuar, por lo que veremos al mundo crecer menos de lo que venía creciendo en la década pre-pandemia. De hecho, el Banco Mundial estima que la economía mundial crecerá 1.7% en 2023, mientras que, en la década previa a la pandemia, el crecimiento mundial promedió casi 3%.

Fuente: Elaboración propia con datos de Macrobond. Comparamos el promedio de crecimiento 2010-2019 de cada país con las proyecciones de crecimiento para 2023 del Banco Mundial, y truncamos los valores entre -5 y 5. El país en azúl fuerte es Guyana, que se estima que en 2023 crecerá cerca de 20% más que su promedio de la década pre-pandemia. Guyana es un caso muy excepcional; desde 2015 ha ido descubriendo cada vez más depósitos de petróleo, y hoy sus reservas probadas per cápita son comparables a las de los países del Golfo como Kuwait, Emiratos Árabes y Arabia Saudita.‌ ‌

Pero debemos recordar que la desaceleración es parte de los ciclos económicos de todos los países. En general, aunque la producción de los países tiende a crecer en el largo plazo, en el camino hay altas y bajas. Además, la desaceleración global no implica que vaya a haber una crisis global estilo 2008. Hoy, tanto las familias como las empresas, están en una posición financiera más sólida que en ese entonces.

Los periodos difíciles son un mal necesario, porque llevan al mercado a sus tan necesarios equilibrios: las burbujas se desinflan, los excesos se reversan y la macroeconomía se ajusta, dejando un mercado más sano.

Fuente: Elaboración propia con base en Bloomberg. Índice de valorización calculado como el percentil histórico promedio de un set de métricas estándar de valorización (precio /utilidad, precio/utilidad esperada a 12 meses, precio/valor libro, Valor Empresa / EBITDA, Valor Empresa / EBITDA esperado a 12 meses, precio / Flujo de caja).

Estos ajustes han cambiado estructuralmente al mercado hacia uno muy parecido a como siempre ha sido: un mundo donde los bancos centrales combaten inflación, no deflación. Un mundo donde los proyectos deben ser rentables por sus propios méritos para conseguir capital. Y lo más importante, se terminó la era de “pague por ahorrar” (lo que algunos llaman "represión financiera"), y las reglas del juego vuelven a la vieja normalidad: a un mundo donde el ahorro de los inversionistas tiene una recompensa.

Fuente: Elaboración propia con datos de Bloomberg

En conclusión, si bien hay incertidumbres en el horizonte, vemos que las causales del dolor sufrido en los mercados, el 2022 están en retirada y le están dando paso a un mercado más balanceado, donde tanto la renta fija como variable tienen mejores perspectivas.

Como mencionamos, este nuevo régimen es diferente al de la década prepandemia. Las estrategias serán más enfocadas en los viejos fundamentales, donde hay atractivo en incluir activos relativamente conservadores en nuestras carteras.

Ok, pero ¿qué hago con mis inversiones?

Como siempre te decimos, lo más importante es que escojas bien tus objetivos de inversión, considerando el plazo y riesgo que quieres tomar, y que te apegues a tu plan; no es recomendable que cambies tus decisiones de inversión basándote en las condiciones de los mercados.  De diversificar bien tus inversiones dentro de estos lineamientos que nos das, nos encargamos nosotros.

*Esta es una versión resumida de este análisis más profundo, dentro de nuestra sección Fintual Alpha.