S&P mantiene la calificación de Chile en A, pero cambió su perspectiva

Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings es una agencia que califica a compañías y países según su capacidad de pagar sus deudas, junto con Moody's y Fitch Ratings son las más importantes del mundo. Recordemos que para S&P y Fitch Ratings , la mejor calificación es AAA, y la peor, cuando un país ya está en impago, recibe una nota D. 

El 19 de Octubre, S&P mantuvo la calificación de Chile en A

Misma nota que mantiene desde el 2021, una calificación que refleja una calidad crediticia alta con bajo riesgo de crédito, y califica como “grado de inversión”. 

Esta decisión se basa en que la agencia sigue considerando que Chile tiene fundamentos macroeconómicos sólidos: una institucionalidad fuerte y por sobre sus pares de la región, una política monetaria flexible gracias a su tipo de cambio flotante, un Banco Central independiente y el compromiso del gobierno con la consolidación fiscal.  

De hecho, S&P considera que Chile tiene una muy buena calificación crediticia dentro de la región, a quien le asigna una nota A. México y Colombia, por ejemplo, obtienen una calificación BBB, tres escalones por debajo de la de Chile, Colombia BB+, y Argentina CCC-.

Gradiente de colores según calificación S&P por país. Fuente: Elaboración propia con datos de Trading Economics.

Sin embargo, la perspectiva o watch pasó de estable a negativa

Esta reducción en la perspectiva se debió a que S&P considera que ha habido un debilitamiento en la capacidad de llegar a consensos por parte de la clase política en los últimos 4 años para aprobar políticas públicas. Es decir, considera que la clase política ha tenido poco éxito en encontrar puntos medios para sacar adelante reformas para reconstruir colchones fiscales y externos. Lo que es sumamente necesario para potenciar un buen crecimiento económico y los estándares sociales. 

Efecto en los mercados 

En términos generales, una reducción en la perspectiva de un país podría significar el aumento de la posibilidad de que en el futuro la agencia reduzca la calificación crediticia del país. Es decir, es algo que no se ha materializado aún, y no significa que necesariamente vaya a ocurrir. Es por esto que las consecuencias de esta calificación son bastante limitadas de momento. 

Además, cabe recordar que Chile sigue teniendo una buena calificación crediticia y siendo considerado como “grado de inversión” según S&P, y lo seguirá siendo incluso si baja un poco su calificación, porque tiene holgura para llegar BB+ desde una A. Por lo que creemos que los mercados no lo verán como algo muy relevante ni se moverán mucho en función de esto en el mediano plazo.