El otro lado de la Ley Fintech: los seguros paramétricos

El 4 de enero se publicó la Ley Fintech, introduciendo la regulación de las fintech y el sistema de finanzas abiertas. Ambos temas han sido destacados como buenos aportes (los tratamos en este artículo y hasta hicimos un live). Pero hay un lado del texto legislativo que parece estar más oculto, una parte de la ley que ha pasado bastante bajo el radar en la prensa.  Es curioso que haya pasado tan desapercibido, porque sus implicancias son muy llamativas: se trata de los seguros paramétricos.

¿Qué son los seguros paramétricos?

¿Cómo se define una catástrofe? ¿Por el daño que provoca o por el evento (incendio, huracán, terremoto) en sí mismo? Esa pregunta casi filosófica es la que tratan de responder los seguros paramétricos.

Según nuestra legislación actual, para que te paguen un seguro, tienes que demostrar que se produjo un daño (por eso se dice que los seguros son en esencia indemnizatorios): por ejemplo, en un incendio tengo que probar que se quemó mi casa y en un seguro por robo, que alguien me robó el objeto asegurado.

Un liquidador tiene que comprobar que el incendio o robo (lo que en lenguaje leguleyo se conoce como “el siniestro”) ocurrió y que está cubierto por el seguro que contrataste. Además, el liquidador informa el monto a indemnizar.

Si yo no estoy de acuerdo con el informe puedo discutirlo (impugnarlo) y así se sigue estirando el tiempo que toma el eventual pago del seguro.

El proceso es largo y costoso, y las aseguradoras traspasan el costo al cliente. O sea, a ti te sale más caro contratar el seguro. Especialmente cuando hay daños difíciles de evaluar.

Imagínate lo difícil que debe ser comprobar el daño provocado por una helada en una cosecha de cerezas. ¿Se cuentan las cerezas que murieron por cada árbol, se mide cuánto se achicaron, cómo cambió su color? Determinar las características que perdieron los frutos que hacen que ya no se puedan exportar debe ser a lo menos, complejo.

Por eso estos seguros son muy caros para pequeños agricultores. Además, la evaluación en terreno puede demorar mucho, haciendo que el agricultor no reciba la plata cuando la necesite.

Los seguros paramétricos dan una alternativa atractiva a este problema: te pagan independiente del daño que haya provocado el evento para el que contrataste el seguro, necesitando sólo que se compruebe el cumplimiento de un índice preestablecido en la respectiva póliza.

Volvamos al ejemplo de las cerezas y la helada: un seguro paramétrico podría estipular un pago si se cumplen ciertas condiciones de temperatura, más allá de cuánto afectó efectivamente a la cosecha. Por ejemplo, si en un mes hay más de 10 días con temperaturas menores a 0°C, se paga la cantidad comprometida. ¿El daño a las cerezas todavía no ha sido comprobado? No importa, se paga igual. Basta con que se cumpla el parámetro.

Como no se necesita un proceso de liquidación para determinar un daño, el costo de los seguros disminuye y agiliza su pago.

Su funcionamiento se puede representar de esta forma:

¿Cómo se usan los seguros paramétricos en otras partes del mundo?

La eficacia de los seguros paramétricos fue destacada recientemente por el Banco Mundial en el caso del terremoto de Haití de agosto de 2021. Gracias a la contratación de este seguro el gobierno haitiano recibió 40 millones de dólares en menos de 14 días, lo que le permitió cubrir necesidades urgentes como la alimentación, el alojamiento de las personas afectadas y la reparación de carreteras.

En otros países como México, este tipo de seguros también se ha utilizado para huracanes: se pagan ante la presencia de vientos de más de “X” kilómetros por hora. Este es un seguro que suele ofrecerse a la industria hotelera del Caribe, que puede sufrir pérdidas millonarias cuando hay huracanes.

Ya hay startups que vieron en los seguros paramétricos una oportunidad de negocio. En el Reino Unido está FloodFlash. Como puedes adivinar por el nombre, los seguros se activan cuando hay inundaciones que alcanzan cierto nivel.

El testimonio del dueño de una empresa de manufactura (que en inundaciones previas tuvo que esperar más de 7 meses para el pago de su seguro) deja muy clara su eficacia: FloodFlash le permitió, para las inundaciones producidas por la Tormenta Ciara el año pasado, recibir el pago de su seguro en menos de 24 horas.

Y en Estados Unidos está AXA Climates, que ofreció el primer seguro paramétrico para daños provocados por tormentas de granizos. Una de las empresas que más usan este seguro son las compraventas de autos, que al tener los vehículos expuestos a la intemperie, las granizadas les pueden causar estragos.

¿Qué relación tienen con la tecnología?

Para efectuar el pago del seguro, el evento debe alcanzar determinada intensidad. Por ejemplo, en una tormenta de granizo, éstos deben alcanzar cierto tamaño. En un huracán, los vientos deben alcanzar determinada velocidad. Ahí es donde entra la tecnología.

Los seguros paramétricos utilizan sensores, imágenes satelitales e inteligencia artificial para detectar la intensidad de los eventos y recolectar datos que confirman si se alcanzó el umbral para cobrar el seguro. También a veces usan tecnología blockchain y smart contracts para hacer los pagos de forma automática y rápida.  

¿Por qué son importantes los seguros paramétricos en Chile?

En un país como el nuestro, que está en el top 5 de los que tienen más volcanes activos, donde la actividad sísmica es pan de cada día, las heladas y la sequía atacan la agricultura y los incendios nuestros bosques, vale la pena prestar atención a los seguros paramétricos y las soluciones innovadoras que muy probablemente traerán.  

Ahora que ya entró en vigencia la Ley Fintech, solo queda esperar la dictación normativa que emitirá la Comisión para el Mercado Financiero con las condiciones que deben cumplir estos seguros.

Uno de los problemas que tendrá que abordar la regulación es si será necesario justificar la necesidad de contratación de este tipo de seguros, para que no se ocupe solo como un medio para hacer apuestas.

Dado que no necesito demostrar que un objeto sufrió un daño, podría apostar a que habrá un terremoto de determinada intensidad y contratar un seguro paramétrico que me pague frente a la ocurrencia de ese evento, aunque no tenga un bien material que proteger. Eso ya no sería un seguro propiamente tal y tendría que estar sometido a otro tipo de normas, si es que se permitiera hacer.

El primer paso ya se dio. Los seguros paramétricos se reconocen en nuestra legislación. Ahora queda esperar la norma y ver cómo se aprovecha este producto en el país.