La importancia de llamarse Regulados

En “La importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde, Jack inventa un personaje para llevar una vida más alocada, protegiendo su verdadera identidad con la que aparenta ser un hombre serio y formal. Lo mismo pueden hacer algunas empresas, aparentar ser serias y ordenadas cuando en realidad puede que no se porten muy bien.

Un ejemplo de usar el nombre de otro para lograr los beneficios de Jack —aparentar seriedad y lograr credibilidad —fue el caso de dos entidades: CoopeuchLtda y Libercoopcl (nótese los agregados “Ltda” y “cl”) usaron nombres similares a los de empresas que estaban supervisadas y reguladas, para confundir a los clientes de que todo estaba “en orden”.

Aparentar estar fiscalizados es conveniente porque para las empresas reguladas no es tan fácil tener malas prácticas y salirse con la suya. Estas son compañías que por el tipo de actividad que desarrollan están bajo la fiscalización de una entidad (por lo general del gobierno que supervisa sus operaciones).

Fintual es una empresa regulada y, como es una característica bien importante, siempre lo destaco. Lo malo es que muchas veces la reacción de las personas no es la que esperaba.

Es que en Fintual soy el Encargado de Cumplimiento y Control Interno, también conocido como Oficial de Cumplimiento, o Compliance Manager. O sea, soy el responsable de que cumplamos todo lo que nos exige la regulación. Por eso cuando cuento lo que hago fantaseo con que me respondan algo como “oh, qué interesante”, pero la mayoría de las veces las respuestas son más del tipo “ya, y?”

Nuestro regulador: la CMF

En Chile existen varias entidades que vigilan el cumplimiento de las reglas que aplican a su respectiva industria. La Superintendencia de Pensiones regula a las AFP, la Superintendencia de Salud a las isapres, y así hay varias más.

Nuestro regulador es la Comisión para el Mercado Financiero, la CMF. Ellos supervisan que se cumplan las reglas en el mercado de valores. Bajo su vigilancia están los bancos, corredoras de bolsa, compañías de seguro y administradoras generales de fondos, como Fintual.

La CMF es como el inspector de colegio en la fiesta de fin de año paseándose con su linternita. Pero en vez de linterna, la CMF tiene otras herramientas para fiscalizar: puede pedir información para investigar una posible infracción y puede también sancionar a las entidades que cometen alguna falta.

Las infracciones pueden ir desde una sanción de censura (que no es mucho más que un tirón de orejas) hasta una multa por un monto máximo de UF 15.000 (unos 440 millones de pesos chilenos) o un monto asociado a la operación irregular que se sanciona. También puede determinar que la entidad no pueda seguir operando.

Otra herramienta de la CMF es la comunicación constante con sus fiscalizados. Además de usar medios como el correo electrónico o llamadas telefónicas, también puede hacerlo a través de “oficios” que son documentos más formales mediante los que la CMF formula consultas o informa sobre algún incumplimiento.

Como empresa regulada es común recibir este tipo de notificaciones por alguna situación que el regulador considere fuera de lugar. Lo importante es identificar las razones por las que se produjo el eventual incumplimiento y tomar las medidas para que no se repita en el futuro. Esto en el caso de que efectivamente se trate de un incumplimiento, porque hay ocasiones en que la norma no es del todo clara y existe la posibilidad de que el fiscalizado argumente a su favor.

Desde publicidad hasta inversiones

Son muchas las materias que están bajo la regulación de la CMF y comprenden todos los ámbitos de la operación de los fondos. Las áreas de inversiones, contabilidad, comunicaciones y todas las involucradas en la administración de fondos, deben seguir instrucciones dictadas por las normas.

Revisemos algunas:

1. Inversiones

Los fondos no pueden invertir en cualquier instrumento. Hay algunos activos que están derechamente prohibidos, por ejemplo, los bienes inmuebles. Si los fondos mutuos quieren invertir en el sector inmobiliario, deben hacerlo comprando acciones (o deuda) emitida por sociedades que a su vez invierten en edificios o casas. Y no cualquier sociedad, porque esta también debe estar supervisada por la CMF, o por una entidad similar, si es una sociedad extranjera.

La exigencia de que los instrumentos en los que invierten los fondos deban ser regulados es sólo una de varias que deben cumplir. Además, tienen que tener una fuente de precios que permita determinar su valor periódicamente y deben contar con un mínimo de liquidez, o sea, que se puedan vender fácilmente sin sacrificar su precio.

Otro requisito es que las inversiones de los fondos deben estar custodiadas, que básicamente significa guardarlos en empresas que se dedican especialmente a ello. En Fintual custodiamos los instrumentos nacionales en el Depósito Central de Valores y los extranjeros en Pershing e Interactive Brokers.

El cumplimiento de estas medidas permite asegurar un nivel mínimo de seguridad de las inversiones. No están pensadas como una garantía de rentabilidad, sino para prevenir situaciones críticas.

2. Información

En Fintual nos gusta la transparencia. Estamos continuamente comunicando de temas relativos a las inversiones de los fondos y también sobre otros temas que consideramos interesantes. Pero aun si no fuéramos fans de la transparencia, igual deberíamos publicar un mínimo de información que exige la regulación.

Por ejemplo, los estados financieros de los fondos. ¿Quieres revisar cuánto pagó el fondo por remuneración o cuánta plata ingresó por dividendos? Lo puedes encontrar en los estados financieros que están a disposición de todos. O tal vez eres de quienes les gusta seguir el día a día de los fondos. Si es así, te puede interesar ver el reporte diario, que incluye el valor cuota de cada fondo, el patrimonio y número de aportantes, entre otros datos.

Y así hay mucha otra información que debe ser pública: documentos legales como los reglamentos internos y contrato general, cuadro de costos, actas de juntas de accionistas y varios más. En general, la información mínima puedes encontrarla en la web de la CMF www.cmfchile.cl y en el caso de Fintual, además en fintual.cl/docs y en la API.

Pero no sólo la información mínima que debemos publicar está regulada, también la manera de comunicar debe seguir algunas reglas.

La norma es bien estricta en lo que se puede y no se puede decir cuando hablamos de temas relativos a nuestros fondos. Quizá hayas visto algún post en el que nos comparamos con otros fondos o alternativas de inversión. Esas comparaciones tienen que cumplir varios requisitos, como que los criterios empleados deben estar bien definidos y tener sentido. Por ejemplo, no podríamos comparar al fondo Norris con un depósito a plazo, porque tienen niveles de riesgo muy distintos. Como esta, hay varias reglas que cumplir a la hora de comunicar, por el medio que sea: correo, redes sociales, etc. Además, se deben incluir frases de advertencia cuando se incluyen ciertos temas (las que dicen rapidito en los comerciales de radio).

Los requisitos de información mínima apuntan a que estés lo más informado posible al tomar tus decisiones de inversión. Por su parte, las reglas en las comunicaciones buscan que la información que se entregue sea clara y no induzca a error.

3. Gestión de riesgo

Si bien la CMF tiene varios recursos para cumplir su función, tendría que ser gigante para poder controlar el cumplimiento de todas y cada una de las normas. Por eso es que promueve la autorregulación, es decir, que tengamos una estructura interna de gestión de riesgo para prevenir que ocurran “accidentes” que puedan afectar a los fondos y por lo tanto a los clientes.  

Para mantener a raya los potenciales riesgos usamos herramientas como manuales de procedimientos, políticas, controles y otras que nos ayudan a cumplir las normas que nos rigen. La gestión del riesgo abarca todo el ámbito de operaciones de los fondos. Incluye desde medidas para situaciones más “domésticas” como un plan de emergencia si se corta la luz en la oficina, hasta informes de escenarios de estrés para evaluar cómo se comportaría la rentabilidad de los fondos en escenarios críticos de mercado.

La importancia de la regulación

Cuando decides invertir es común que surjan dudas sobre la empresa a la que le confiaste tu plata: ¿Qué pasa si quiebran? ¿Cómo sé que mi plata está realmente invertida? ¿Me están cobrando la comisión que me prometieron?.

La importancia de la regulación radica en que las empresas están obligadas a “portarse bien” y ya no sólo depende de su buena voluntad el tener procesos ordenados, cumplir lo que prometen en los documentos legales, etc. sino que de no hacerlo, se exponen a multas y sanciones.

Volvamos a Ernesto (o Jack). Si él hubiera tenido una entidad que lo “regulara”, probablemente lo habrían pillado antes y muchas cosas de la obra no hubieran pasado y el final hubiera sido diferente.

En cambio, las entidades como las AGF sí son reguladas y requieren un estándar mínimo en su funcionamiento. Pero cumplir con el mínimo no es nuestra idea, buscamos ir más allá. Por eso en Fintual nos enfocamos en automatizar la mayor cantidad de procesos, gracias a la implementación de tecnología que además nos permite cobrar una comisión más baja :)