El inversionista con peor suerte de la historia

Vicente es un tipo afortunado. Le gusta oler las flores, usar guayabera y seguir su intuición. Tiene una polola que lo quiere y es un conocedor del mundo. Pero en lo que respecta las inversiones, Vicente debe ser la persona con peor suerte de la historia.

La primera vez que Vicente invirtió fue al principio de 1973, cuando puso $6.000.000 en el S&P 500. Justo antes de una baja del 48%. Sus ahorros de vida bajaron a la mitad.

En un alarde de valentía, Vicente no retiró su inversión pero tampoco se atrevió a poner más hasta agosto de 1987, cuando el mercado parecía un roble. Puso $46.000.000, todo lo que había ahorrado de su trabajo. En las semanas siguientes, la bolsa cayó 34%. Pobre Vicente.

Imperturbable, tampoco vendió esta vez y siguió juntando plata en la cuenta corriente por años, invirtiendo $68.000.000 en diciembre de 1999… Justo antes de una baja de 49% que duró hasta 2002.

Ya cerca de jubilar, decidió invertir otros $64.000.000 en octubre de 2007. Le pegó la crisis sub-prime y vio como los mercados bajaron -50%. Como tan mala cue…

En 2013, Vicente jubiló. Al fin tendría tiempo para completar su colección de vinilos. Pero estaba preocupado por sus lucas y partió a hablar con el tipo que las manejaba.

  • Jubilé hace poco y quería saber ¿cuánto valen las inversiones que hice?
  • Pero por supuesto don Vicente, usted tiene más de mil millones. $1.100.000.000 para ser exactos.

A pesar de haber invertido justo antes de las caídas más grandes de los últimos tiempos, las inversiones de Vicente rentaron un ~9% anual (money-weighted). El secreto es haber mantenido a pesar de las bajas y pensar en el largo plazo, donde el mercado históricamente ha subido.

De todos modos, a Vicente le podría haber ido aún mejor si hubiese invertido más regularmente, en vez de una vez cada década. En ese caso, hubiese terminado con más de $2.000 millones!

Shh… no le digan si lo ven.

Ilustración de Álvaro Ardiles

Ésta es una adaptación de Meet Bob, The World’s Worst Market Timer de Steve Boren. La rentabilidad está en la moneda original del S&P 500 por simplicidad.