¿Y a mí qué me importa que bajen las tasas?

No, nada que ver con esto.

El viernes el Banco Central de Chile decidió bajar “el precio de pedir prestado el dinero”, es decir, la tasa de interés.

¿Qué es lo que hizo exactamente? El Banco Central bajó en 0,50% la “tasa de política monetaria” (TPM), desde un 3% a un 2,5%. Esta baja pronunciada —y sorpresiva— se debe a que el Banco Central estimó que el país no está creciendo lo suficientemente rápido comparado a lo que podría crecer y, por lo tanto, necesitaba un estímulo monetario para crecer más.

Ahora, los bancos en Chile podrán pedir prestado dinero más barato, lo que debería repercutir en varias cosas que puedes aprovechar:

  • Los créditos bancarios deberían ser más baratos. Tanto créditos de consumo, créditos a empresas y créditos hipotecarios. Así como los bancos piden prestado más barato entre sí mismos o incluso al Central, las personas podrán pedir más barato a los bancos. Entre menor sea el plazo del crédito, más debería bajar la tasa de interés con respecto a como estaban “hace una semana”. Es por esto que créditos de mucho plazo, como los hipotecarios a 30 años, podrían bajar, pero poco. La recomendación es que vayan donde su ejecutivo y pidan rebajar las tasas que tengan actualmente (refinanciamiento de créditos).
  • La tasa de interés de los depósitos a plazo debería bajar. Por ejemplo, si un depósito a plazo estaba a 0,25% mensual hace una semana, probablemente ahora va a estar a 0,21% (suponiendo las mismas características de plazo y banco). En el fondo, parte de la idea del Central es que hay que buscar mejores alternativas para los que tienen dinero invertido: los que tenían un depósito, tomar algo más de riesgo, los que ya estaban tomando riesgo, pensar en gastar algo en proyectos de empresas reales y ayudar a reactivar la economía, y así sucesivamente, en un ciclo virtuoso del capital. Al menos eso es la teoría.
  • Si todo funciona bien, el crecimiento debería estimularse y las empresas en Chile deberían crecer más, favoreciendo, por ejemplo, a las acciones.
  • En cambio, los bonos deberían tener una ganancia puntual rápida entre el lunes y martes (“ganancia de capital”), por lo que serían días atractivos para los que mantengan inversiones conservadoras.