Cuando Powell habla, el mercado escucha


¿Te imaginas tener el poder de que, con tan solo decir una o dos palabras, todo el mundo financiero se mueva? Así funciona para Jerome Powell, el presidente de la Fed, el banco central de Estados Unidos. Hoy quedó claro.

Fed en el congreso

Por ley, dos veces al año, el presidente de la Fed entrega un reporte donde repasa la conducción de la política monetaria, la evolución de la economía, y las perspectivas para el futuro.

No quisiera estar en sus zapatos. Decenas de políticos criticando tus acciones, en transmisión nacional, cuando nadie, ni tú, tienes 100% claro cuál es la mejor forma de hacer tu trabajo (probablemente el cheque al final del mes lo compense).

Como sea, durante esa audiencia, Powell dijo que dados los datos publicados durante el último mes (que sugieren que la reducción de la inflación será más lenta de lo anticipado), probablemente la Fed tendrá que subir su tasa de política monetaria (TPM) por encima del máximo de 5.25% que el mismo banco central proyectó a finales del año pasado. Además dio a entender que, de ser necesario, la Fed podría subir el ritmo de alza de tasas de 0.25% a 0.50% en la próxima reunión.

La clave aquí es la palabra “podría”.

¿De qué depende si sube más la tasa?

El tamaño de la subida de tasa en marzo dependerá de un par de datos clave que se publicarán en las próximas dos semanas, principalmente el reporte de mercado laboral de febrero, que se publicará el 10 de marzo, y la inflación del mismo mes, el 14 de marzo.

La posibilidad de un aumento de 0.50% el 22 de marzo es algo que el mercado empezó a sospechar desde febrero, aunque de todas maneras los comentarios de Powell movieron a los activos en el mundo. Las tasas de los bonos de más corto plazo subieron, y eso no le cayó muy bien a las acciones: recuerda que las mayores tasas implican un mayor costo de financiamiento para las empresas.

Fuente: elaboración propia con datos de Macrobond

Los mercados se mueven por todo y por nada, todo el tiempo, para un lado o para el otro. Es natural. Pero estos movimientos no debieran cambiar tus decisiones de inversión. Lo mejor siempre es confiar en que, en el largo plazo, los rendimientos son positivos, como la historia nos muestra una y otra vez.