Bancos procesaban transacciones de origen ilegal

Una nueva filtración de documentos privados sufrieron los bancos más grandes a nivel mundial. A los “Paradise Papers” y “Panama Papers” se unen ahora los "FinCEN files”.

Esta vez la filtración mostró que bancos como JP Morgan, Deutche Bank, HSBC, entre otros, procesaron miles de transacciones por casi 2 trillones de dólares, a pesar de haber detectado que estaban ligadas a delitos como fraudes, estafas y terrorismo.

FinCEN es el acrónimo de Financial Crimes Enforcement Network, que es la división del Departamento del Tesoro de Estados Unidos encargada de combatir el lavado de dinero. En otras palabras, lo que intenta la FinCEN es evitar que los ingresos provenientes de actividades ilícitas se inyecten al sistema financiero formal ocultando su origen y se hagan parecer legítimos.

Cada vez que las instituciones financieras descubren que alguna transacción de sus clientes podría estar siendo usada para "lavar dinero", deben comunicarlo a la autoridad. Estos reportes, elaborados por los bancos entre 1999 y 2017 fueron los que ahora salieron a la luz.

Hasta ahí, todo en regla. Los bancos cumplieron su deber de informar a la autoridad. El problema es que el deber de las entidades no termina ahí, sino además deben tomar medidas para que las operaciones no se sigan ejecutando, sobre todo cuando éstas, más que sospechosas, parecen ser definitivamente fraudulentas. Y en muchos casos, los bancos tenían antecedentes suficientes para determinarlo.

Por ejemplo, JP Morgan procesó transferencias ligadas a un capo de la mafia rusa que está entre los 10 más buscados del FBI. HSBC hizo lo propio con operaciones de una red de estafadores que mantenían un esquema Ponzi. Deutsche Bank, por su parte, tiene un rol protagónico en la historia, ya que facilitó más del 60% de las transacciones.

Se podría esperar que habrá un antes y después de los FinCEN files y que habrá un cambio drástico en los esfuerzos de las grandes instituciones financieras para prevenir operaciones fraudulentas. Sin embargo, esa esperanza se diluye cuando vemos que los mismos involucrados ya han pagado millones, incluso billones de dólares en multas, por los mismos motivos que hoy salen a la palestra.