Hazme el favor: vuelven las comedias románticas de antes

¿No les parece que este tipo de película ya no existe? O, mejor dicho, ya no existe en el cine. Un género que era muy popular a comienzos de los 2000 parece haberse esfumado y relegado a títulos indistinguibles y fugaces de Netflix. Por eso, que exista Hazme el favor –con una actriz tan famosa como Jennifer Lawrence, en pantalla grande– parece una apuesta única.

¿A dónde se fueron las comedias románticas?

En los 80 y 90 era Meg Ryan, seguida por Julia Roberts y en los 2000 Sandra Bullock. Reese Witherspoon también jugó a la comedia romántica y Katherine Heigl estuvo ahí para su declive. Cuando eran buenas, te entretenían con una ternura inocente y te hacían seguir un esquema familiar hacia el final feliz que esperabas. Cuando eran malas, eran completamente predecibles, machistas y aburridas. El género parecía no dialogar mucho con los tiempos actuales y fue desapareciendo.

Nunca ha muerto del todo. El año pasado Bros intentó darle una vuelta y hoy en día hay un subgénero que se mantiene con más vitalidad. Son las comedias para adultos, con bromas sexuales, humor físico asqueroso, desnudos, garabatos, etc. Las conocen. Las Supercool, Bridesmaids y Hangovers. Las Virgen a los 40 y mucho de lo que ha hecho Judd Apatow.

Y hoy en día, post COVID, que Hollywood está más miedoso que nunca, solo parecen haber dos tipos de películas: las gigantes, de casi 3 horas, llenas de efectos especiales y que expanden un mundo o marca ya conocido; y las piolitas, que cuestan poco dinero y no importa tanto que no lo recuperen. Hazme el favor decidió probar algo intermedio: “hagamos una comedia romántica como las de antes, llamemos a Jennifer Lawrence para que salga graciosa, y ofrezcamos algo distinto en una época donde nadie está haciendo de esas. Veamos quién pica”.

Hazme el favor, más graciosa y emotiva de lo necesario

Aquí Jennifer Lawrence es Maddie, una mujer que vive en una playa que se está gentrificando rápidamente. Para salvar su casa, que se vuelve cada vez más impagable, responde a un aviso curioso: padres pagan a mujer para salir con hijo. Resulta que hay un chico de 19 años, Percy, que va a ir a la universidad cuando el verano se termine y no tiene habilidades sociales. Pasa todo el día encerrado, no tiene amigos y es muy dependiente de sus papás. Lo que quieren es una chica que pueda abrirle el mundo. Y tener sexo con él.

Maddie acepta y, tras una serie de maneras burdas de seducir a Percy, ¿adivinen qué? Se terminan enamorando. Pero, a pesar de que todo ocurre tal cual lo imaginamos, Hazme el favor se gana sus risas y sus momentos emotivos. Incluso se guarda un par de sorpresas, dados sus personajes imperfectos y su ética extraña de toda la premisa.

Lo importante aquí es pasarlo bien a la antigua, viendo una comedia tonta en el mejor sentido de la palabra. Situaciones ridículas y exageradas, actores con muy buena química volviéndose cada vez más cercanos, y un secreto que sabes que puede destruirlo todo.

Entremedio, humor físico, comentarios sobre la gentrificación y la diferencia de edad de los protagonistas. A los 32, el personaje de Lawrence es llamada “vieja” por al menos 10 personas en la película, y contrasta mucho con Percy, que es tímido, romántico y quiere esperar antes de tener sexo.

Entonces, ¿vuelven o no vuelven estas comedias?

Por más convencional que sea la película, se siente como un riesgo. Desde el COVID que los ejecutivos gringos hablan sobre “salvar Hollywood”. Y este año están todos esperando que una chica llamada Barbie y un hombre llamado Oppenheimer lo puedan hacer. Pero antes de eso, otras películas pueden intentarlo.

Hazme el favor ha tenido una taquilla sólida desde su estreno. Y, sin ser una peli que va a romper récords, ha superado expectativas y sigue captando público en todo el mundo. Quizás no vamos a ver miles de películas de este género, pero más que alguna se atreverá.

Y sirve mucho el poder de alguien como Jennifer Lawrence, quien se hizo quizás más famosa por su personalidad y carisma que por las películas que hacía. Después de muchos papeles dramáticos o donde interpretaba mujeres mucho mayores a su edad, parece haber encontrado un género que explota sus mayores talentos. ¿Será el nuevo rostro de las comedias, como las actrices que teníamos antes?

No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que en cines hay una película graciosa, con pocas pretenciones, que se siente fresca dentro de la oferta actual. Si crees que te puede gustar, te va a gustar.


Nota de riesgo: por todo su contexto dejémosla en arriesgada. También, si consideramos la premisa puede que aplique: una mujer casi haciéndole grooming a un chico tímido, que ghostea sin vergüenza a los hombres con los que se acuesta y que no tiene problemas en darle una paliza desnuda en la playa a tres turistas. Y en el fondo de eso, ¿una tierna historia de amor?